La historia empieza en los escalones de una biblioteca de Nueva York. Allí se reúnen cada semana unos doce adolescentes que participan de un rito muy particular. Hacen parte de un club. Y buscan liberarse de la dependencia de sus teléfonos celulares y de las redes sociales. Dicen que quieren aprender a usar sus cerebros.
“Estamos aquí todos los domingos, llueva o truene, incluso si cae nieve” le dice uno de ellos al periodista que los acompaña. Cuando han llegado todos, caminan hacia un parque, mientras esconden sus teléfonos. Muchos usan iPhone. Otros prefieren marcas y modelos más sencillos o antiguos. Pero la marca o el modelo de los aparatos no son para ellos motivo de ostentación. Todo lo contrario.
Habitualmente, buscan una pequeña colina alejada de la gente. Entonces empieza el ritual. “Algunos dibujan en cuadernos. Otros pintan con acuarelas. Con los ojos cerrados, uno se sienta a escuchar el viento. Muchos leen. Citan como héroes a escritores libertarios como Hunter S. Thompson y Jack Kerouac, y les gustan las obras que condenan los males que acarrea la tecnología” cuenta el periodista.
Lola Shub, una estudiante de último año de bachillerato, se muestra feliz de haber dejado de usar un teléfono inteligente. “Cuando conseguí mi teléfono tonto con tapa, las cosas cambiaron instantáneamente”, dice. “Empecé a usar mi cerebro. Me hizo observarme como persona. También he estado tratando de escribir un libro. Llevo como 12 páginas”.
La fundadora del club es Logan Lane, una chica de 17 años. Ella dice que durante el confinamiento de la pandemia su apego a las redes sociales se volvió preocupante para ella: “Me consumió por completo”. Para vencer su adicción, borró Instagram, que era la red que más usaba, pero eso no fue suficiente. Entonces decidió guardar su teléfono en una caja.
Logan cuenta que entonces sintió por primera vez lo distinta que era la vida sin un iPhone. “Leía novelas en el parque. Admiraba los grafitis cuando viajaba en metro y conocí a otros muchachos que me enseñaron a pintar con aerosol en los patios de estacionamiento de los trenes de carga”.
Sus padres valoraron su transformación, pero insistieron en que llevara un teléfono de los sencillos, con tapa, para poder comunicarse con ella. Sin embargo, el sueño de Logan es no tener ningún teléfono. “Mis padres son tan adictos a ellos...” dice al periodista. “Mi mamá entró en Twitter y Twitter se apoderó de ella”.
El club fue fundado en el 2021 y lleva el nombre de Ned Ludd, un obrero inglés del siglo XVIII que se volvió famoso por destrozar un telar mecánico para hacerles comprender a sus compañeros los peligros de la automatización y la industrialización. Hoy, el club tiene unos 25 socios.
Apenas acaba la reunión, los muchachos se van por un camino solitario, sin luces, y hablan de poesía, de música y de los males de Tik Tok.
Alex Vadukul, el periodista de 33 años que escribe la crónica, publicada en The New York Times, es uno de los jóvenes reporteros heredero de la tradición narrativa de los grandes periodistas del Times, como Gay Talese, a quien llama “su padre”.
Alex termina su relato contando cómo una estudiante señala el cielo y dice: “Miren. Estamos en cuarto creciente. Eso significa que la Luna se hará más grande...” Luego describe por última vez a los muchachos: “Caminando por la oscuridad, la única luz que brillaba en sus rostros era la de la Luna”.
El consumidor se muda a las cadenas con más marca propia
Más allá de modificar otros hábitos, opta por los establecimientos donde hay mayor proporción de MDD
Consumidora en un supermercado
Es un hecho que la inflación ha hecho mella en la cesta de los consumidores. Hay un buen número de comportamientos que han cambiado y pueden haber cogido a contrapié a los retailers, que esperaban una recuperación completa de los hábitos tradicionales a consecuencia del fin de la pandemia.
Xavier Cros y Jesús Alonso, cofundadores de Across the Shopper, analizaron estas tendencias en uno de sus últimos webinars. A pesar de lo dicho en las líneas precedentes, también hay razones para el optimismo. Si bien es cierto que afrontan una inflación alta y una renta disponible menor, existen aspectos positivos como el efecto revancha, que ya se vio en el verano.
Los expertos apuntan que no todos los consumidores se enfrentan a estas circunstancias en igualdad de condiciones. Eso significa que, en ciertas categorías dirigidas a las rentas más altas, existen oportunidades para seguir creciendo. “Conocer bien dónde está tu marca ubicada te puede dar ventajas en la estrategia”, apuntan en Across the Shopper.
No obstante, los que sí se ven afectados han tomado diversos comportamientos típicos de momentos de crisis: visitas más frecuentes y cestas más pequeñas. Según los datos de NielsenIQ, la frecuencia de compra ha aumentado un 5,5%, mientras que la cesta contiene un 5,5% menos objetos. Esa es la forma que han encontrado los consumidores para protegerse de las subidas de precios y, pese a ello, el valor por compra ha aumentado un 0,8%.
En cuanto a los formatos de distribución, se ha registrado un cambio en los lugares donde se hace la compra. Los hipermercados están a la baja, dado que se huye de las compras masivas. También se registra una caída de los canales impulso y de conveniencia, mientras los discounter crecen y los regionales se mantienen estables.
Por otro lado, existe un factor diferencial: la marca de distribuidor. En Food Retail & Service ya hemos informado del incremento del peso de la marca blanca en la cesta, a lo que hay que añadir que es un aspecto determinante también a la hora de elegir dónde hacer la compra. En esa línea, en Across the Shopper explican que los consumidores dan prioridad a las enseñas en las que tiene más peso la marca propia, lo que está haciendo que los retailers le den un mayor protagonismo.
Otro de los puntos que observan es la preferencia por segmentos de menor valor añadido y la reducción de productos Premium y de innovación. Sin embargo, desde la consultora inciden en que, aunque estos condicionantes hacen más difícil el crecimiento, persisten numerosas posibilidades. Por ejemplo, animan a las marcas de fabricante a lanzar mensajes sobre su mejor rendimiento y su superioridad frente a la marca blanca. Así, pueden aprovechar para reforzar valores en tendencia, como la sostenibilidad o el compromiso social
Para Xavi Cros y Jesús Alonso hay varias conclusiones claras de este contexto. En primer lugar, se hace imprescindible revisar las palancas de Marketing. Mencionan la protección del negocio core, a la vez que se limita la innovación a aquellos avances que aporten algo real al shopper y a los retailers. Además, identifican la aparición de un nuevo eje que se suma a los tradicionales de salud, placer y conveniencia: la conciencia. Invitan al sector a tener en cuenta este último elemento, más vigente incluso si se relaciona con el ahorro.
De este modo, los expertos vaticinan que los ganadores serán quienes sean capaces de combinar dos o más de estos ejes en su estrategia. De esa manera, los consumidores pueden percibirlos como ahorro frente a las alternativas de la competencia y, en particular, frente a la marca blanca.
Nuevos formatos de venta se siguen desarrollando
Los retailers en nuestro país en 2022 le siguieron apostando a la innovación con nuevos formatos de tiendas comerciales, que brindan respuesta a las nuevas formas de comprar de los clientes permitiendo mejorar su engagement con las marcas.
Dentro de esos nuevos desarrollos en el presente año encontramos la consolidación de varios formatos en que los destacamos las siguientes:
1. Concept store:
Una concept store es un tipo de tienda que en su origen presenta una curiosa mezcla de arte, cultura y moda que marcando tendencia en el desarrollo del retail de los últimos años. Es una tienda que propone un estilo de vida muy particular. Tommy Hilfiger abrió en octubre pasado su primera flagship store (tienda insignia) en Bogotá, que contó con una inversión superior a los $2.000 millones. La tienda, la primera en su estilo en Latinoamérica, expone la imagen Tommy Factory, basada en el legado de Andy Warhol y celebra la cultura pop, el arte y la creatividad.
Colombia fue de los primeros países en Latinoamérica donde se comercializó Tommy Hilfiger. Cuentan con más de 24 tiendas en el mercado en las diferentes ciudades, además de su propio ecommerce. También recientemente abrió una tienda en el Aeropuerto El Dorado y próximamente abrirán Tommy Kids en El Tesoro en Medellín.
2. “Store-in-store”
Los “store-in-store” o también conocidos como corners, son espacios de una marca o negocio ubicado en una tienda ajena a la misma. Con esto buscan llegar a diferentes targets y ganar visibilidad a través del aprovechamiento del alto tráfico que ofrecen los grandes almacenes.
Miniso abrió a abierto dos puntos de venta de estas características en el último trimestre, el primero en Carulla Quinta Camacho y el segundo en Carulla Pepe Sierra.
El objetivo con estas aperturas es estar en formatos más cercanos a sus MinisoLovers dentro de cadenas de grandes superficies, con un espacio de 52.63 m2 y una oferta de 2.600 referencias, entre productos de cuidado personal y hogar.
Colombia se consolida como la segunda plaza más importante de Miniso en la región después de México.
3. Pop up store
Una pop up store es una tienda que durante un tiempo determinado se sitúa en un lugar estratégico, ya sea en las ciudades en calles transitadas o en centros comerciales con mucha afluencia. Su propósito es sorprender y atraer al consumidor a través de la temporalidad.
A principios del mes de diciembre Malva Department Store, la única tienda departamental de nicho en el país para el segmento Premium, que reúne a los mejores diseñadores nacionales de renombre, inauguró su primera tienda de estas características en la calle 81 con carrera 12 contigua al centro comercial El Retiro en Bogotá. Ya son tres las tiendas de esta importante marca, que se une a la del Centro Comercial La Serrezuela en Cartagena y Mallplaza en Barraquilla.
Sin duda esta dinámica se mantendrá para el próximo año como alternativa de las marcas para engancharse con sus clientes.
Fuente: Leopoldo Vargas Brand CEO Mall & Retail