Reflexiones sobre una educación humana
¿Qué se entiende por un nuevo humanismo luego de una pandemia? ¿Qué sentidos y prácticas debe recuperar la educación? ¿Es posible hablar de una educación humana?
De hecho, la postpandemia nos ha permitido reflexionar sobre cómo son las nuevas relaciones entre el ser humano con la naturaleza y la tecnología. La pandemia trajo dolor y muerte a la humanidad y nos devolvió la mirada a nuestra condición humana: por un lado, la fragilidad y debilidad de nuestra condición ante un enemigo invisible; por el otro lado, nuestra voluntad de poder para ser resilientes ante la adversidad y enfrentar los desafíos por nuestra supervivencia y recuperación de nuestra normalidad.
Este escenario –como punto de partida de un nuevo humanismo– nos invita a pensar en que el ser humano no es el centro del universo o el cúlmen de la creación, sino que un ser que puede vivir en armonía con otros seres humanos y con otros seres vivos (los árboles, las plantas, los animales, el agua, la tierra), referenciando la cosmovisión de nuestros pueblos ancestrales andinos desde la visión del “Sumak Kawsay” (buen vivir). En este sentido, el pensamiento y la reflexión transitan de aquellas lógicas antropocéntricas hacia nuevas lógicas ecocéntricas.
Digitalización de la vida
Por otro lado, el acceso a internet y las redes sociales evidencia que una convivencia humana mediada por la tecnología incide en los estilos de vida de las presentes y futuras generaciones de estudiantes. Una realidad condicionada por la incertidumbre y el desencanto humano se confronta con una digitalización de la vida humana.
Desde una visión de un “ser digital”, surge la propuesta de una ética digital que se convierte en una opción para la construcción de principios, valores, deberes y derechos que guíen la acción del ser humano en el mundo digital.
Este tipo de ética aplicada resulta indispensable para plantear una ética para las generaciones digitales en la que se legitime la dignidad humana y el cuidado del ambiente como condiciones fundamentales para una ética digital.
En este sentido, la tecnología no se convertiría en un fin en sí mismo, ni tampoco debería ser la causa para propiciar nuevas minorías del poder del conocimiento que generen nuevas brechas digitales y promuevan procesos de exclusión y marginalidad digital en la población. La tecnología, de por sí, debe constituirse en una mediación para el acceso libre al conocimiento y a la información.
El sentido de la comunidad educativa
La triada ser humano, naturaleza y tecnología se constituye en un nuevo escenario relacional para pensar en un nuevo humanismo, en el que el ser humano viva en armonía con la naturaleza y tenga la responsabilidad de su cuidado y preservación. Por otro lado, este nuevo humanismo reubica a la tecnología al servicio de la vida humana y del cuidado de la naturaleza, resituando su papel como mediación y no como fin en sí misma. Hasta aquí respondo a la primera pregunta de esta reflexión.
¿Qué sentidos y prácticas debe recuperar la educación? La educación es un proceso humano y su condición relacional es indispensable en el proceso de enseñanza–aprendizaje. Lo relacional, lo dialógico, la convivencia, la formación, entre otros. Previo a la pandemia ya se hablaba de una crisis de la educación y, en el contexto actual, se continúa hablando de una crisis de la educación.
Un cierto enciclopedismo mal entendido sumado a la acumulación de conocimientos a través de la memorización ha marcado un estilo educativo poco fructífero en las últimas décadas. Se ha cuestionado la falta de preparación de los docentes debido a las bajas remuneraciones, lo que ha forzado al maestro a ser un mero repetidor de conocimientos y a acumular horas de clase antes que dedicar su tiempo a ser un pedagogo e investigador.
Brecha educativa
En los últimos años la diferencia de oportunidades entre la educación privada y la educación fiscal ha abierto la brecha educativa entre los que más tienen (y tienen más oportunidades de acceso al conocimiento) y los que tienen menores posibilidades de acceso.
Durante la pandemia, la ausencia de la presencialidad educativa aumentó esta crisis al momento de enfrentarse a una virtualización de la educación (muy diferente a lo que es una educación virtual en sí).
Ante la improvisación y la incertidumbre, los profesores y las estudiantes se enfrentaron a nuevos escenarios de temporalización del proceso educativo mediado por las plataformas de videoconferencia y los entornos virtuales de aprendizaje (LMS).
Luego del forzado desarrollo de competencias digitales de los actores educativos y ante la pérdida de aprendizajes por la carencia de un contacto cara a cara con el docente, hoy la educación postpandemia busca recuperar esos aprendizajes a través del acompañamiento socioemocional del estudiante, renovación de las prácticas docentes, la generación de nuevas formas de evaluación que no solamente se agotan en la prueba escrita, entre otros.
Si hoy se plantea el desafío de la transformación educativa buscando otra educación posible es importante recuperar esos sentidos de la educación en función del acompañamiento docente a través de la enseñanza y el empoderamiento de los aprendizajes por parte del estudiante para lograr una nueva mediación pedagógica, que es el conformar una comunidad de aprendizaje e indagación. En este sentido, la educación tiene como reto el recuperar el sentido de comunidad educativa, donde las comunidades de aprendizaje impliquen el vivir un “ágape” educativo en la interacción, integración, diálogo e inclusión de los diferentes actores.
Nueva relación con la tecnología y el medio ambiente
Asimismo, considero que la recuperación de una “racionalidad emergente” por parte de la educación nos invita a que la educación genere nuevos espacios de reflexión, diálogo y crítica ante los escenarios “deshumanizantes” que nos ha dejado las consecuencias de la pandemia como la violencia, la corrupción, la inseguridad, el individualismo, entre otros.
Desde la perspectiva integral e integradora de una racionalidad emergente, se plantean nuevas prácticas como desafíos para el proceso de enseñanza y aprendizaje como la integración entre los procesos de modernización y nuestras herencias culturales, el desarrollo de nuestra originalidad del pensamiento, la promoción de una educación incluyente, la recuperación de nuestra capacidad de diálogo e interlocución y el discernimiento sobre una mejor toma de decisiones en nuestra vida cotidiana.
Para concluir la respuesta de la segunda pregunta, es importante que la educación recupere el sentido comunitario, de comunidad entre sus diferentes actores que forme a buenos ciudadanos, buenos padres de familia, buenas personas, como seres relacionales. Por otro lado, la recuperación de una racionalidad emergente en los procesos educativos permitirá reintegrar aquellas prácticas de reflexión, diálogo, crítica, interpretación y acción tanto necesarias hoy en día, y que la escuela tiene la posibilidad de hacerlo.
Por último, queda la tercera pregunta: ¿es posible generar otro tipo de educación? ¿Es indispensable humanizar la educación? Hoy el modelo educativo vigente está en crisis con el surgimiento del contexto de emergencia sanitaria. Como consecuencia, se presenta la oportunidad de repensar y diseñar otro tipo de educación posible no solamente a través de pedagogías emergentes, sino de realizar una reflexión sobre los objetivos, los contenidos y el perfil de egreso que plantean los currículos vigentes en función de educar a un sujeto para una sociedad no solamente de alto rendimiento y productividad sino para un buen vivir y el bien común.
La postpandemia nos invita a pensar en un nuevo orden planetario donde se privilegie la vida misma en su relación armónica con la naturaleza. ¿Cómo podemos prepararnos para un nuevo futuro en la educación? ¿Es posible que la educación recupere la condición humana? Estas preguntas nos invitan a reflexionar sobre una educación humana y sus nuevas relaciones e interacciones, como relacionalidades emergentes, entre los diferentes actores de la comunidad educativa mediada por la tecnología y una nueva relación entre el ser humano y la naturaleza. Por este motivo, una educación humana plantea una nueva relación del ser humano con la tecnología y el medio ambiente, lo que nos posibilita aspirar a un mundo más solidario, más justo, más empático, más resiliente, más humano y más natural.
Fuente: https://
SEGUNDO CONGRESO DE MARKETING EN RETAIL -
ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE RETAIL
Un estudio de Kantar sobre el comportamiento del consumo muestra recuperación y mayores compras motivadas por las promociones.
En medio de la desaceleración de la economía, los consumidores hacen cuentas, restringen los gastos y acomodan sus compras a la nueva realidad, regidos por las promociones, las marcas propias y los precios bajos.
El análisis está basado en el entendimiento y representación de 9,8 millones de hogares de 60 ciudades de Colombia y, según, la firma, ofrece una visión profunda de los cambios en los hábitos de compra de los hogares del país en lo que tiene que ver con la canasta de productos de consumo masivo.
Una de las primeras conclusiones es que entre abril y junio de este año se nota una recuperación del consumo “mostrando una leve mejoría en el corto plazo”.
El análisis destaca que la estabilidad en los precios ha llevado a compras más frecuentes con desembolsos más bajos.
Por esta razón, en el estudio se detecta un aumento del 3% en el volumen de los productos que pasan por las cajas registradoras, al hacer la comparación con el primer trimestre del 2023.
Igualmente, comenta que en el segundo trimestre hubo una ligera reducción del ticket promedio de compra, pero que el gasto mensual sigue en aumento, en concordancia con una mayor frecuencia de compra.
Así, las visitas a los puntos de venta aumentan a la par que se incrementan los canales de compra que se frecuentan con el fin de llevar las categorías de consumo deseadas a la casa. En general, se evidencia que en el segundo trimestre la canasta de consumo masivo experimentó un aumento del 15,6% en gasto total. Esto representa un crecimiento de precio del 18%, afectando los volúmenes consumidos en 1,4%.
Este crecimiento, advierte, supera la inflación de 2,3% hasta junio pasado.“En lo que va del año, observamos una tendencia hacia compras más frecuentes, con mercados que contienen menos unidades compradas en cada visita al canal y acompañada de una mayor aceptación de marcas propias, especialmente en estratos socioeconómicos medios y bajos”, afirmó, Jaime García, quien es el country manager de Kantar Colombia, división Worldpanel.
En el análisis sobre la demanda de productos, el estudio indica que los colombianos mantienen su compra de alimentos, bebidas y productos de cuidado personal, así como OTC (medicamentos de venta libre). Es así como el 77% de las categorías mostraron una dinámica estable o positiva en el segundo trimestre de 2023.
Con respecto a la preferencia por marcas propias, Kantar considera que son una alternativa cada vez más aceptada en los viajes de compra, particularmente entre los niveles socioeconómicos medios y bajos.
Al respecto, comenta que, en el segundo trimestre, éstas contribuyeron significativamente al crecimiento de la canasta FMCG (de bienes de consumo de alta rotación), con una diferencia de precios notable en comparación con las marcas comerciales.
La tendencia hacia la omnicanalidad se consolida en el segundo trimestre, con los hogares colombianos visitando más canales, pero realizando compras de menor tamaño.
Los descuentos también ganan relevancia, ya que 7 de cada 10 hogares compraron en promoción en el transcurso de 2023.
Llama la atención que los ‘cazaofertas’ fueron detrás de lo más conveniente para el bolsillo en las canastas de alimentación básica que corresponde a frescos y lácteos.
De hecho, Kantar revela que en ese lapso se produjo un incremento de 19% en el volumen comprado con promoción frente a igual periodo del año pasado.
Los discounters han alcanzado un máximo histórico en la participación del mercado, capturando el 24% del gasto de los hogares. Seis de los nueve canales ganan compradores, demostrando más interacción con ambientes de compra distintos, lo que plantea un desafío para la industria de qué canal priorizar para conectar con los hogares. (Véase gráfico anexo).
“Los colombianos están moviendo sus compras hacia canales más grandes en el 2023, pero las tiendas logran detener su contracción al ser más frecuentadas”, destacó García.
CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
Periodista de Portafolio
Por Luis D. Bendersky CEO y Cofundador de Paradigma Sociedad de Soluciones.
Autor: Florencia Lippo
En un sector marcado por la disrupción, fuertemente acentuada durante la pandemia, es necesario que las marcas abracen los cambios para no quedar relegadas o fuera de juego. Por su parte, el consumidor se adapta cada vez más a soluciones no tradicionales, dejó atrás su rol pasivo donde aceptaba todo lo que se le ofrecía y se involucra en el proceso hasta el final. En este sentido, para las marcas, surfear la ola de la transformación es clave para llevar adelante un negocio sustentable.
En la actualidad, el consumo masivo y el retail están en constante evolución y transformación gracias a la irrupción de nuevas tecnologías que han llevado a la diversificación de canales tanto para el marketing dirigido a consumidores finales como para la comercialización o distribución en toda la cadena.
Si bien la pandemia ha hiperacelerado la adopción del comercio electrónico, no se ha eliminado la necesidad de seguir contando con tiendas físicas para la comercialización, atención y gestión logística de última milla. Los consumidores buscan una experiencia presencial en la que jugar con todos sus sentidos (no solamente la vista y el oído), poder optar por interactuar con las marcas a través de diferentes canales y recibir una atención personalizada.
Las tiendas son parte integral de un ecosistema que apunta a agregar valor en presencia de marca, experimentación de producto a través de los sentidos y la prueba, comercialización asistida, atención, puntos de retiro y devolución de productos, etc.
Hay sobrados casos en los que se vienen complementando los modelos de negocios digitales con tiendas físicas y viceversa y otros en los cuales las marcas se van integrando verticalmente hacia el consumidor final y las tiendas juegan un rol principal.
Una de las tendencias más importantes es la omnicanalidad, que se refiere a la capacidad de una empresa para interactuar con sus clientes a través de múltiples canales y ofrecer una experiencia de compra coherente y personalizada en cada uno de ellos. Esto significa que el consumidor puede comprar un producto en una tienda física, en una plataforma en línea o a través de un teléfono móvil, y recibir la misma atención y servicio en todos los casos.
La omnicanalidad se está convirtiendo en una tendencia global y está cada vez más presente en el consumo masivo. Esto se debe a que los consumidores buscan una experiencia de compra sin fisuras, en la que puedan interactuar con las marcas a través de diferentes canales y recibir una atención personalizada. Las empresas que adoptan esta estrategia tienen una mayor oportunidad de retener a sus clientes y de atraer a nuevos consumidores.
Esta tendencia involucra la adopción de nuevas alternativas de promoción, comercialización y distribución. Las empresas están explorando diferentes opciones para llegar a los consumidores, como el uso de influencers y microinfluencers en las redes sociales, la implementación de programas de fidelización y la participación en marketplaces en línea.
En cuanto a la comercialización y distribución, las marcas están diversificando sus canales de venta para llegar a un público más amplio. Esto incluye canales físicos propios o franquiciados, remotos con asistencia directa, e-commerce directo o a través de marketplaces. Cada vez más, se está agregando tecnología como chatbots e inteligencia artificial para mejorar la atención al cliente y brindar una experiencia de compra más personalizada.
Para las empresas de consumo masivo, el distribuidor puede ser un actor clave para llevar a cabo estrategias comerciales realmente efectivas. El distribuidor es otro canal relevante en el go to market de las marcas, y obviamente juega un rol relevante como alternativa a la distribución directa para el "canal tradicional". La información de ventas del distribuidor es otra fuente relevante para entender cómo se están comportando los productos en el mercado y refinar estrategias multicanal de posicionamiento y de product y trade marketing y asegurar la mejor cobertura, penetración y cross selling.
Otro aspecto importante es la integración efectiva con medios de pago. Los consumidores buscan opciones de pago rápidas y seguras, y las empresas están adoptando nuevas alternativas, como pagos móviles y billeteras electrónicas. Además, la integración con nuevos operadores logísticos y plataformas de integración está permitiendo optimizar la cadena de suministro y mejorar la eficiencia en la distribución.
También en el caso de los modelos B2B, se están desarrollando fuertes plataformas de integración y adopción de tecnologías, como es el caso de EDI+ para mejorar la comunicación y la colaboración entre empresas.
Establecer planes y canales de comercialización, políticas de precios y promociones, y gestionar a la fuerza de ventas constituyen el principal desafío de la gestión comercial. Pero también, colocar los productos adecuados en el lugar adecuado, en el momento preciso y en las condiciones deseadas, buscando maximizar la rentabilidad de la empresa.
Por eso, es clave optimizar y sincronizar todo el ecosistema y no sólo la comercialización. En este sentido son fundamentales una efectiva gestión de créditos, adecuadas políticas comerciales, un backoffice eficiente, una supply chain optimizada, recursos financieros acordes y la innovación y el sustento que brindan tres pilares fundamentales: el talento humano, la tecnología informática y la gestión de datos.
La obtención de datos, su custodia y su capitalización para generar nuevos procesos en un concepto de “data driven company” son temáticas cada vez más relevantes para conocer profundamente quién es nuestro cliente, cómo actúa, qué necesita y crear la experiencia más efectiva posible, que asegure el éxito comercial. En este sentido, los acuerdos de intercambio de información con el ecosistema comercial se transforman en una pieza clave a la hora de evaluar, acordar y gestionar con los distintos stakeholders, teniendo un peso cada vez más importante a la hora desarrollar relaciones sustentables y de valor para todas las partes.
Paradigma Sociedad de Soluciones es una consultora de negocios, eficiencia operacional, tecnología y personas que puede aportar una amplia gama de soluciones innovadoras y personalizadas a las necesidades específicas del sector de consumo masivo y retail, lo que permite a las empresas mejorar sus resultados, la experiencia del cliente, la eficiencia operativa y obtener una ventaja competitiva. Ha trabajado con diversas empresas líderes en el mercado. A continuación, se describen algunas de las experiencias más destacadas.
Paradigma acompañó a una empresa de electrónica líder en Argentina en el lanzamiento de un nuevo canal de tiendas físicas para una de sus marcas más destacadas, participando en el diseño del nuevo modelo societario, organizativo y operacional y en la gestión de todo el programa de desarrollo del canal hasta el lanzamiento de la operación en tres tiendas. Este proyecto, asimismo, incluyó la selección e implementación de un nuevo sistema de punto de venta.
Otro caso, fue el desarrollo de la estrategia de negocio para una empresa focalizada en Deco y Hogar que apunta al consumidor final y que tiene su propio canal físico retail, sus canales digitales y una red de franquiciados. La estrategia apuntó a lograr un crecimiento y mejora de rentabilidad a través de potenciar su internalización, la complementación con nuevas líneas de productos de marcas internacionales, de nuevas categorías de productos y una mejor penetración en los territorios actualmente atacados.
También está trabajando en otras múltiples iniciativas como, por ejemplo, desarrollar nuevos formatos y canales para un supermercado mayorista, optimizar el capital de trabajo y la eficiencia de los centros de distribución en una empresa alimenticia, optimizar los modelos de atención, implementando chatbot e inteligencia artificial en varias empresas de retail financiero y cambio cultural en áreas industriales en una empresa de bebidas.
En conclusión, el consumo masivo y el retail están en constante evolución, y la adopción de nuevas tecnologías está permitiendo la diversificación de canales y la mejora en la experiencia de compra para los consumidores. Es alta la demanda para Paradigma en temas de omnicanalidad, incluyendo la adopción de nuevas alternativas de promoción, comercialización y distribución, la integración efectiva con medios de pago y nuevos operadores logísticos. La omnicanalidad es una tendencia que está transformando el mercado y que las empresas deben tener en cuenta para mantenerse competitivas.
Nespresso se sitúa como la marca de bebidas no alcohólicas que más crece, tras disparar el 208% su valor de marca, hasta los 2.900 millones de dólares (unos 2.644 millones de euros), según Brand Finance.
Nestlé vuelve a ser la marca de alimentación más valiosa del mundo, con un incremento del 8% y superando los 20.500 millones de euros, y Coca-Cola lidera el sector de bebidas no alcohólicas, con casi 31.000 millones de euros aunque su valor de marca retrocede el 5%.
El valor de marca de Nestlé ha crecido de forma "constante" este año debido al "fuerte crecimiento de las ventas en toda su amplia y variada cartera de marcas", según un nuevo informe de la consultora Brand Finance.
Nestlé posee también el mayor Valor de Percepción de Sostenibilidad por su "compromiso constante" con la responsabilidad medioambiental y social, el abastecimiento "responsable y la nutrición", según Brand Finance.
Por otro lado, la marca china de productos lácteos Yili es la segunda marca alimentaria más valiosa, valorada en casi 11.400 millones de euros, lo que supone un crecimiento anual del 17 %.
Ofrece "constantemente productos de calidad excepcional" y que son percibidos como beneficiosos para la salud, lo que "ha contribuido a su fuerte crecimiento de las ventas nacionales, mientras que la presencia mundial de la marca también ha impulsado sus ingresos en el extranjero".
EL AUGE DE LAS MARCAS DE APERITIVOS
Además, el informe revela que las marcas de aperitivos registran un fuerte crecimiento de tal forma que las cinco principales enseñas (Lay's, Doritos, Want Want, Cheetos y Tostitos) han incrementado su valor de marca una media del 40%.
Destaca Lay's (el 29% más de valor de marca, hasta 10.197 millones de euros), que también conserva el tercer puesto en la clasificación general.
Entre las que se estrenan en la clasificación está la marca de alimentos congelados propiedad de ConAgra, Healthy Choice, con un valor de marca que aumenta el 190%, hasta los 1.100 millones de euros.
Además, Hershey se mantiene como la marca de alimentación más fuerte del mundo, con una calificación AAA+, y una puntuación de 91 sobre 100 en el Índice de Fortaleza de Marca (BSI en sus siglas en inglés).
SECTOR DE BEBIDAS
En cuanto a bebidas, el informe recoge que Coca-Cola es la marca de bebidas no alcohólicas más valiosa y fuerte del mundo, valorada en casi 31.000 millones de euros, aunque su valor de marca retrocede el 5%.
Brand Finance achaca, en gran medida, la "durabilidad del valor de marca" de Coca-Cola a su familiaridad y reputación mundiales, reforzadas por el desarrollo de productos innovadores, las campañas de marketing a gran escala y el compromiso digital.
También Coca-Cola posee el mayor Valor de Percepción de Sostenibilidad, con una calificación AAA+ y una puntuación del Índice de Fortaleza de Marca de 89,6/100.
Nespresso es la que más crece en valor de marca (el 208%), especialmente desde la pandemia
Por otro lado, Nespresso es la que más crece en valor de marca (el 208%, hasta los 2.664 millones) y lo ha hecho "enormemente desde la pandemia, cuando el consumo de café en casa se disparó porque los clientes buscaban una experiencia premium" en el hogar.
Las marcas de bebidas energéticas se mantienen entre las 10 primeras del ránking, destacando Red Bull (el 1% más de valor de marca, hasta los 6.431 millones de euros), Monster (el 8% más de valor de marca, hasta los 6.247 millones) y Gatorade (7% menos de valor de marca, hasta los 4.500 millones).