miércoles, 15 de octubre de 2025

Miércoles del Retail y El chisme como herramienta esencial de la docencia.

 Cordial saludo

Bienvenidos al Miércoles del Retail y  El chisme como herramienta esencial de la docencia.

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El Poder Silencioso: Mostrador y Vitrina en la Tienda de Barrio


Las tiendas de barrio se mantienen como pilares de la vida comunitaria. Su supervivencia y relevancia, a pesar del auge de las grandes cadenas, reside a menudo en la habilidad para capitalizar lo que el retail organizado suele subestimar: la cercanía y la experiencia de compra tradicional. En este contexto, el mostrador y la vitrina dejan de ser simples muebles para convertirse en herramientas estratégicas de venta, merchandising y conexión humana.

El Mostrador: Más Allá del Punto de Pago

Para el tendero, el mostrador es el corazón operativo y emocional del negocio. Es donde se concreta la transacción, sí, pero también es:

1. El Punto de Contacto Personal: A diferencia de las cajas de autoservicio o las largas filas de un supermercado, el mostrador de la tienda de barrio facilita la interacción directa, el saludo, el consejo y, a menudo, la oportunidad de "fiar" o vender al menudeo. Esta cercanía genera confianza y fidelidad inquebrantables.

2. El Centro de la Compra por Impulso: Estratégicamente ubicado, el mostrador es el espacio ideal para exhibir productos de bajo costo o alta rotación: dulces, pilas, chicles o pequeñas ofertas. El cliente, mientras espera ser atendido o recibe su vuelto, es expuesto de forma directa a estos artículos, incrementando el ticket promedio sin necesidad de complejas tácticas de cross-selling.

3. El Foco de Control y Servicio: Desde su posición detrás del mostrador, el tendero tiene una visión panorámica de su local, lo que le permite controlar el inventario, gestionar los pedidos y ofrecer un servicio rápido y atento. Es, en esencia, la central de mando del negocio.

La Vitrina: El Gancho de Antojo y el Rostro de la Marca

La vitrina (o escaparate), ya sea interior o exterior, es la carta de presentación y el principal motor de atracción de tráfico:

1. Atracción y Comunicación: La vitrina es la primera y, a veces, la única oportunidad para captar la atención del peatón. Funciona como un "gancho de antojo", exhibiendo las novedades, las promociones o los productos de temporada de manera que incitan al cliente a entrar. En muchas tiendas de barrio, estas vitrinas son proporcionadas por los proveedores, sirviendo como una valiosa herramienta de co-branding.

2. Generadora de Concepto: Una vitrina bien pensada, aun con recursos limitados, transmite el concepto de la marca. Un tendero que exhibe pan recién horneado por la mañana, o frutas frescas en un arreglo atractivo, comunica inmediatamente su propuesta de valor: calidad y frescura.

3. Manejo Eficaz del Espacio: En locales pequeños, las vitrinas, a menudo integradas en el mostrador o en refrigeradores, son cruciales para exhibir productos delicados (como lácteos o carnes frías) de forma segura e higiénica, mientras mantienen la visibilidad para el comprador.



Lecciones del Comercio de Barrio para el Retail Organizado

El gran retail (supermercados, tiendas de conveniencia y grandes almacenes) a menudo se enfoca en la eficiencia operativa a gran escala, sacrificando la calidez y la personalización. Sin embargo, puede aprender valiosas lecciones de la gestión maestra que el tendero hace de su mostrador y su vitrina:

1. Rehumanizar el Punto de Pago

El retail organizado debe replantear el área de caja, que suele ser impersonal. La lección es: El mostrador es un punto de encuentro, no solo de cobro.

· Aplicación: Convertir las cajas en "estaciones de experiencia" donde el cajero esté capacitado no solo para cobrar, sino para interactuar brevemente, ofrecer un producto relacionado o validar la satisfacción de la compra. Reducir la distancia física (cuando sea posible) para fomentar una interacción más directa y menos transaccional.

2. Optimizar la Venta por Impulso con Foco Hiperlocal

Mientras que el retail utiliza las cajas para vender productos universales (chicles, revistas), el tendero lo hace con productos de alta necesidad y conveniencia local.

· Aplicación: Los supermercados o tiendas de conveniencia podrían usar el espacio de mostrador para destacar ofertas hiperlocales o productos que respondan a una necesidad de último minuto específica de ese barrio o comunidad (por ejemplo, adaptadores, medicamentos de venta libre o alimentos listos para llevar específicos para el horario de salida laboral de la zona). La clave está en no saturar, sino en curar la exhibición.

3. El Poder de la Curaduría Temática y la Frescura

La vitrina del tendero es dinámica: exhibe lo que hay, lo que está fresco o lo que es la novedad del día.

· Aplicación: En lugar de solo promociones genéricas, el retail debe imitar la curaduría temática de la tienda de barrio. Por ejemplo, crear pequeñas "vitrinas" o puntos focales al inicio del pasillo que no solo muestren el producto, sino que cuenten una historia ("Noche de pizza casera", "Desayuno saludable de la semana"). El énfasis debe estar en la frescura visual y el cambio constante, imitando el dinamismo y la escasez que hace que la exhibición del pequeño comercio sea tan atractiva.


Historia mercadológica
Carlos Fernando Villa Gomez 

Muchos son los casos y hechos que son historia y han dejado huella en el mercadeo, unos como resultado de la intuición, otros por lógica necesidad vista y no pocos por resultados de investigación y análisis. Nuestro mercadeo ha sido influenciado por personas y acontecimientos propios y ajenos y cada quien tiene gente, ofertas, productos, casos, etc., que han marcado época. Por eso es bueno recordar algo de lo mucho que podría contarse de una actividad que es “natural” de los seres humanos.

En 1704 comenzó la actividad publicitaria con imágenes en los periódicos americanos, y en 1744 Benjamin Franklin diseñó y confeccionó el primer catálogo de pedidos por correo. La primera agencia de publicidad en el continente americano se abrió en 1841 en Filadelfia, por Volney Palmer, habiendo sido éste el primero en usar el término “agencia de publicidad”; sin embargo, la actividad publicitaria en los medios impresos comenzó en 1729 en el periódico de Franklin, The Pennsylvania Gazette, en Filadelfia, el cual tenía una sección llamada “páginas de la nueva publicidad”, que dio origen al primer diario con anuncios en 1784, The Pennsylvania Packet & Daily Advertiser, convirtiéndose en un verdadero éxito del periodismo.

La agencia de Palmer fue adquirida en 1877 por N. W. Ayer, quien inició los contratos con las comisiones de 15% que más tarde se convirtieron en práctica común de la actividad. En 2002, la agencia fue vendida al grupo Publicis Groupe de Paris.

Entre 1850 y 1860 la empresa de máquinas de coser Singer promovió las ventas con servicios de instalación, y otorgó franquicias para llegar a más mercados.

Los almacenes por departamentos abrieron sus puertas en 1860, habiendo sido John Wanamaker, Macy’s, Stewart y Zion los primeros en esta categoría. En la década siguiente Macy’s comenzó a utilizar precios impares, para llamar la atención de los compradores, con muy buena aceptación por parte del mercado, y en esa misma época nacieron las marcas Quaker, Vaseline, Ivory y Borden, todavía con gran renombre en los mercados del mundo.

Los primeros años del siglo pasado nacieron las marcas propias de los minoristas, y Wanamaker comenzó a marcar los precios en cada producto que ofrecía. En esta década se impulsó la aparición de los almacenes de variedades.

En 1908 salió al mercado el famoso modelo T de Henry Ford, y en 1911 se realizó la primera investigación de mercados adelantada por la empresa Curtis Publishing Co., que años más tarde, en la década de los 20, comenzó a trabajarse con cuestionarios, y fue la época durante la cual Alfred Sloan, de General Motors, segmentó los mercados para hacer más efectiva la actividad de comercialización y venta de automóviles.

En 1927, en Cincinnati, Ohio, Procter & Gamble introdujo la gerencia de productos, y en 1930 Michael J. Cullen dio vida a King Kullen Grocery Co., convirtiéndose en el primer supermercado, en Nueva York. 1936 fue el año en el cual nació la American Marketing Association, entidad que hoy es reconocida en el mundo como la orientadora principal del mercadeo, y en ese mismo año se lanzaron al mercado las primeras píldoras de vitaminas y los libros de estampillas de descuentos. 1938 es recordado por haber sido el período durante el cual salió al mercado la lámpara fluorescente, el primer bolígrafo y Nestlé introdujo el café instantáneo. También fue el año de la primera máquina de juegos conocida como “pinball”.

El chisme como herramienta esencial de la docencia (y no es broma)

La educación necesita retomar la antigua práctica de la educación como testimonio, esa en la que detrás del conocimiento que compartimos esté presente nuestra personalidad. Buscar la autenticidad incluso ante las normas y las normalidades, y que nada oculte quiénes somos.

Hace unos días presencié una plática sobre inteligencia emocional impartida por miembros del programa RULER del Tec. Uno de los temas que se abordaron me  inspiró varias reflexiones. Se trata de cómo la ciencia de la psicología nos ayuda a comprender lo que está ocurriendo detrás de la conducta de la gente, es decir, en su interior, cuando éste no se nos revela de manera inmediata, intuitiva, o nos genera confusión. Por ejemplo, ante lo que consideramos el trato descortés de alguien, la teoría nos recuerda no anticipar conclusiones sino abrirnos a interpretar aquello de otra manera: quizás la persona está distraída o concentrada en otro tema, o simplemente molesta con alguien que no somos nosotros. Tomar eso en cuenta puede detener una reacción indeseada de nuestra parte.

Fue este sencillo planteamiento –que todos conocemos pero que nos cuesta trabajo practicar– el que me desató un montón de ideas sobre los distintos recursos que tenemos los seres humanos para conocer las verdaderas intenciones de los demás.

¿Por qué seremos tan paranoicos? Bueno, simple supervivencia: “Un solo traidor puede con mil valientes”, canta Alfredo Zitarrosa. De gente así hay que prevenirnos para poder detenerla. Pero también hay que saber distinguirla de los inocentes. Recuerdo entonces lo que nos cuenta el historiador Yuval Noah Harari acerca de que antaño, cuando aún formábamos comunidades primitivas relativamente pequeñas, la forma de conocernos unos a otros era a través de algo que él llama el chismorreo. Hordas de más de cien personas mantenían su cohesión comunitaria a través de hablar unos sobre otros, advirtiéndose  entre sí sobre el comportamiento de los distintos miembros. Era la propia gente la que exponía ante los demás lo que uno hacía o dejaba de hacer, permitiendo al menos conjeturar lo que había detrás de la apariencia.

Me imagino que, mientras más crecía el grupo, más detalladas debían ser las descripciones; éstas ahora no se limitarían a mencionar comportamientos “generales” (robo, agresión, cooperación, curación) sino detalles más sutiles (más personalizados, por decirlo así) que ayudarán a distinguir mejor a unos miembros de otros y a desarrollar tácticas de convivencia más eficaces.

Antes del chismorreo –dice Harari– no existían grupos propiamente humanos (así que en el chisme está al menos uno de nuestros orígenes). La comunicación por ademanes y ruidos de nuestros antecesores no humanos les permitía mantenerse alerta ante depredadores externos, pero no alcanzaba la sutileza necesaria para describir a miembros del propio grupo. Para confiar, o no, en alguien de nuestra manada, había que testificar por cuenta propia su comportamiento. Esto de “tener que ver para conocer” hacía que los grupos no pudieran ser demasiado grandes: nadie se nos debía perder de vista. En cambio, la aparición del lenguaje permitió empezar a “terciar”, es decir a chismear sobre los demás, a hablar de ellos (bien o mal) a sus espaldas, dándoles a conocer incluso a quienes nunca los  habían visto (esto me ha hecho pensar que los nombres propios habrían surgido, sobre todo, para referirse a ese tercero que aparecía de pronto en la conversación sin estar presente; en otras palabras, nuestro nombre sirve no tanto para presentarnos o dirigirse a nosotros como para hablar de nosotros cuando no estamos).

El chismorreo fue clave para que la horda creciera, permitiendo la inter-regulación de una mayor cantidad de miembros (podemos ver cómo funcionaba esto en la práctica actual de grabar con el celular a la gente, para denunciarla o encomiarla públicamente).

«La educación necesita retomar la antigua práctica de la educación como testimonio, esa en la que está presente nuestra personalidad».

También, pienso, chismear fue clave para otra cosa importante: el pertenecer a una comunidad que chismea, bien o mal, sobre nosotros (es decir, el estar en boca de todos) nos habría llevado a conjeturar sobre nosotros mismos (nuestro ejemplo citado es claro: condición propia –y trágica– del concepto de traidor es que cualquiera, en cualquier momento, puede convertirse en uno, incluso nosotros). Así, junto con la interdependencia no sólo se habrá desarrollado el lenguaje, sino también la conciencia sobre nuestra personalidad. ¿Cómo soy? Habrá sido una pregunta cada vez más frecuente.

La inter-regulación conlleva autorregulación. Impelidos por ésta, somos nosotros quienes habremos acabado hablando de nosotros mismos, quienes habremos terminado exponiéndonos. Estoy seguro de que esto era ya una necesidad en la era “primitiva”: las personas siempre se empeñaron en dejar huellas de sí mismas a su paso, en la forma de un omnipresente “Fulanita –o fulanito– estuvo aquí” (un día voy a escribir un cuento sobre cómo Adán y Eva tallaron sus nombres en el famoso Árbol). Pero es claro que sigue siendo uno de los signos de nuestros tiempos: además de las selfies, los posts en general parecen hechos para hablar de uno mismo (¡hasta de lo que va uno a desayunar!).

Volviendo a Harari, el  surgimiento del chismorreo habrá creado una época llena de conflictos pero que al final produciría un equilibrio y, poco a poco, un gran avance, pues habría permitido crear hordas más grandes, con más capacidad de defensa y de aprovisionamiento para todos.

Está clara la trascendencia de hechos como éstos; primitivos, sí, pero lo suficientemente contemporáneos como para sostener mi idea –expresada en artículos anteriores– de que los seres humanos seguimos siendo, en muchos sentidos, una especie principiante, que apenas empieza a conocerse a sí misma.

Sin embargo, Harari nos explica que el chismorreo no fue nuestro único recurso en la historia: justamente cuando los grupos humanos se volvieron demasiado grandes, acabó por resultar insuficiente. A pesar de nuestra notoria velocidad para chismear, obviamente ésta no se dio abasto para regular las complejas relaciones  de multitudes cada vez más crecientes. Sin embargo, por fortuna para nosotros, aquellos antepasados hallaron la manera de resolverlo. Aprovechando la cualidad del lenguaje como herramienta de abstracción, desarrollaron inmensas estructuras sociales capaces de aglutinar colectivos también enormes. Tales estructuras no tenían una realidad visible, pero la gente creía en ellas aún más que en las visibles: estamos hablando de iglesias, bancos, gobiernos, naciones, entidades que sólo existen porque hablamos y tenemos confianza en ellas (Harari les llama redes “ilusorias”).

Acerca de estas instituciones, quisiera añadir una consideración. Según yo, surgen también del intento de detener esa verdadera revolución que significaron el lenguaje y el chisme, los cuales, al permitir sacar a la luz el interior humano (es decir, comunicarlo), habían dado un gran poder, incluso a las poblaciones más débiles. Las instituciones habrían sido una reacción por volver al orden y al control que existían antes, cuando el grupo era solo de unos cuantos miembros.

¿Cómo reducir la nueva multitud a algo parecido a la pequeña manada? De nuevo tenemos en la actualidad el ejemplo perfecto en la omnipresente Sociedad Anónima, institución que reúne en una sola “persona moral” a muchos individuos, los cuales dejan de detentar sus nombres propios (por eso la insistencia en que sea anónima, lo cual no siempre resulta muy moral).

Obviamente, la gente que se reúne en este tipo de entidades colectivas debe tener comportamientos más o menos estándares (es decir, actuar lo más parecido a un solo individuo). Según los mitos, uno de los primeros grandes pasos en ese sentido fue reducir nuestros actos a dos categorías claramente delimitadas: el bien y el mal. Esto no solo permitió que actos buenos y malos fueran más fácilmente premiables o punibles por las instituciones surgidas para ello (las religiosas/jurídicas), sino que conllevó algo más general y profundo: la restricción del chismorreo a través de moralizarlo. Sí, ahora no se chismeaba libremente, sino que se enfocaba todo como “bueno” y “malo”. Ello delimitó el lenguaje e hizo aparecer instancias para vigilar su uso; un ejemplo son las Academias de la Lengua, en la modernidad (en oposición a ello, sabemos que la silenciosa pantomima nació en la antigua Roma para burlar el control que ejercía el gobierno sobre  lo que se podía y no se podía decir en los escenarios).

Y siguen los ejemplos. En su libro En deuda, el gran antropólogo David Graeber argumenta que las instituciones económicas –cobijadas siempre por  los gobiernos (llámense repúblicas, monarquías o imperios)– surgieron para regularizar la gran variedad de intercambios mercantiles a través de la invención e imposición del dinero.

Otros ejemplos: las instituciones de salud y deporte (léase olimpiadas antiguas y modernas) uniformaron la opinión que podíamos tener sobre nuestros cuerpos (las instituciones artísticas contribuyeron, claro, con sus conceptos de belleza). La institución familiar se hizo portavoz de las leyes de convivencia, y la escolar las respaldó, aumentó y mejoró, mientras generaba estándares de conocimiento.

Volvió el orden, haciendo pasar a segundo plano la expresión personal y, junto con ella, el conocimiento y reconocimiento de la individualidad de los otros. La separación entre lo público y lo privado prevaleció, haciendo que cada vez más nuestras relaciones sociales se basaran en la convención (fórmulas de convivencia, simulación, ocultamiento). Limitando las expresiones de nuestro interior al ámbito familiar y –cuando ahí se volvieron muy conflictivas– al ámbito terapéutico.

Paso ahora a hablar de esperanza.

Contra toda esta presión por desaparecer como personas, los seres humanos seguimos empeñándonos en poner parte de nuestra personalidad en lo que hacemos. Aún privilegiamos lo artesanal, lo personalizado; incluso (mucho como reacción a la IA) volvemos a hablar de escribir a mano y devolver autenticidad a nuestros textos.

Nos empeñamos en ejercer nuestro instinto para intuir que detrás de los rostros inexpresivos de la calle y el vecindario, hay seres humanos tan complejos, pensantes, sintientes e incluso divertidos como nosotros. Repetimos y nos repetimos que los otros son personas. Volvemos a reconocer el alma a través de la mirada, recordándonos siempre la complejidad de todos esos a los que llamamos semejantes. Y todavía, de vez en cuando, como por accidente, nos sumergimos en el mundo de otro ser humano.

«Las estandarizaciones llegan al colmo, se corta a las personas con la misma tijera y la alfombra roja –por dónde nos obligamos a avanzar– es demasiado estrecha».

En nuestro entorno inmediato encontramos invariablemente huellas de los demás, rastros de la espontaneidad de los otros, que luchan contra la estandarización creciente. En nuestro hogar, algunos objetos todavía contienen rasgos de quienes los han hecho. Está allí quizás el cuadro original de un amigo, un librero que construyó nuestra prima para nosotros o el clavo mal puesto que dejó por error el hombre que vino a colocar la alfombra.

Y aún recurrimos a estrategias para sostener la vitalidad (si me permiten decir “revolucionaria”) del chismorreo, incluso a través de recursos académicos. Aquí es donde volvemos a la plática de RULER con que empecé este artículo. Creo que debemos empeñarnos en lograr que la ciencia de la psicología se aleje lo más posible de lo esquemático y asuma el riesgo de lo espontáneo, ayudándonos de verdad a conocer por dentro a esos muchos “alguienes” que nos topamos a diario en la vida en común.

También las redes sociales –basadas en el chismorreo– deben ser agentes de liberación, creando puentes, aunque sean virtuales, entre nuestros complejos y agitados mundos internos.

También debemos dar prevalencia al arte, espacio maravilloso donde es posible recibir un buen baño de otredad. La música a nuestro alrededor nos habla de seres cuya profundidad se expresa en ella. Un cuadro hace lo mismo. Una novela nos permite conocer todo tipo de personas. Una película tiene la virtud de exponer ante nosotros a seres completos. Y cuando, en vez de película, vemos una buena obra de teatro, con actores en vivo, el efecto es todavía más poderoso. La escena nos coloca en el centro de un mundo de chismorreo, y a través de éste nos lleva más a fondo: empezamos por escuchar diálogos y acabamos descubriendo grandes abismos que nos revelen las oscuras (o luminosas) intenciones que motivan los actos humanos (nuevamente, incluyendo los nuestros, por supuesto).

Si el arte nos reanima, la amistad va un paso más allá. ¡Sobre ella se pueden decir tantas cosas! Sin embargo, ahora que me acerco al final de este artículo y debo abreviar, me hallo, por fortuna, un as bajo la manga, una frase que resume por completo lo que quiero explicar, y, aunque no dice nada, todos la comprenderán: la amistad es la otredad personificada.

Tocaría hablar del amor, pero, más allá de entrever su mirada sagrada, aquí sí voy a salirme por la tangente, solo citando a Wittgenstein: de lo que no se puede decir nada es mejor no hablar.

Concluyó con el tema de la educación. Creo que en este campo las cosas se resumen en la necesidad de retomar la también antigua práctica de la educación como testimonio, es decir, la de que detrás del conocimiento que compartimos esté presente nuestra personalidad; la de dejar que nuestra vida privada se cuele ahí, aunque sea de forma discreta pero significativa; la de buscar la autenticidad incluso ante las normas y las normalidades, y que nada oculte lo que somos.

Los esquemas sociales resultan ya muy dolorosos. Las estandarizaciones llegan al colmo, se corta a las personas con la misma tijera y la alfombra roja –por dónde nos obligamos a avanzar– es demasiado estrecha, demasiado angosta y sobre todo demasiado recta para todo lo que significa ser un ser humano.

Por fortuna, en muchos sentidos, la escuela sigue siendo un lugar de refugio. Hasta en los pasillos de algunas universidades se ven rostros vivos, se escuchan risas. Hoy, ser docente no es solo ir más allá de lo que el estudiante puede averiguar en internet; no es ni siquiera enseñar a pensar y a tener un criterio propio. Es hacer de la escuela un espacio de convivencia auténtica, donde podamos volver a encontrarnos unos a otros, a conocernos de manera directa.

Es ir más acá, más dentro de lo que el docente aspira a que su estudiante aprenda. Es dejar a la inteligencia artificial todo lo que implica información objetiva y técnica, todo lo que implique simulación y ensayo, y retomar para nosotros lo humano, lo innovador e inesperado, lo espontáneo e irremplazable.

Es regresar a esa especie de espíritu primitivo que introduce nuestro ser entero en cada cosa que hacemos, y que es, a final de cuentas, la parte nuestra que por más tiempo se ha mantenido a salvo.

Es ser los más chismosos, atrevernos a andar en boca de todos y aprender de ello. Es, simplemente, mostrarnos como testigos de la vida.

Atento a sus comentarios. 


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Jaime Pérez Posada 

Asesoría , Formación y Consultoría en Mercadeo y temas afines. 

Formación incluyente para el Retail

Móvil: 313 721 8036

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Medellín, Colombia



miércoles, 8 de octubre de 2025

Miércoles del Retail

 Cordial saludo

Bienvenidos al Miércoles del Retail  

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Retail 2025: estrategias para un consumidor en transformación



Adaptarse al cambio es la clave para competir y crecer en el nuevo escenario para los consumidores cada vez más dinámicos.

En resumen, la inflación ha cambiado los hábitos de consumo, impulsando la sustitución de marcas y el crecimiento de los ‘hard discounters’.
La digitalización y la omnicanalidad son esenciales para ofrecer una experiencia fluida y personalizada al cliente.
La sostenibilidad y la responsabilidad social se han convertido en factores determinantes en las decisiones de compra.


En los últimos años, el aumento sostenido de los precios ha sido un factor determinante en el comportamiento del consumidor y en la respuesta de las empresas. En este contexto, muchas personas han optado por sustituir marcas tradicionales por opciones más económicas, lo que ha favorecido a los ‘hard discounters’ y ha elevado la percepción de calidad de las marcas blancas.

Aunque la inflación parece estar bajo control, los hábitos adquiridos durante este período llegaron para quedarse, obligando a las empresas a replantear sus estrategias de pricing y fidelización de clientes.

A nivel global, la transformación digital ha sido una prioridad para las empresas, con el auge de la omnicanalidad como una de las principales tendencias. Los consumidores esperan experiencias de compra integradas entre canales físicos y digitales, lo que ha llevado a una inversión masiva en tecnología y análisis de datos. Durante este 2025, la digitalización acelerada y un enfoque sostenible serán factores diferenciadores para el retail.
Estrategias para adaptarse al nuevo consumidor

Omnicanalidad: integración total para una experiencia fluida
Los consumidores actuales buscan una experiencia de compra sin fricciones, donde los canales físicos y digitales se complementen. Para lograrlo, las empresas deben integrar sus plataformas en línea con las tiendas físicas, mejorar la logística y optimizar la atención al cliente. Estrategias como el ‘click & collect’, la navegación web intuitiva y los procesos de pago ágiles y seguros son esenciales para potenciar la satisfacción del usuario.

Personalización basada en datos
La inteligencia artificial y el Big Data permiten anticipar las necesidades del consumidor y ofrecer productos y servicios alineados con sus intereses. La segmentación avanzada posibilita la creación de estrategias de marketing más efectivas, aumentando la tasa de conversión y fortaleciendo la lealtad de los clientes mediante experiencias únicas y personalizadas.

Sostenibilidad y responsabilidad social
Los consumidores exigen cada vez más transparencia y compromiso ambiental de las marcas. Adoptar estrategias sostenibles, como la reducción del uso de plásticos, la eficiencia energética y la garantía de comercio justo, no solo mejora la percepción de marca, sino que también contribuye a la fidelización de clientes con conciencia ecológica y social.

Innovación tecnológica y digitalización
La implementación de tecnologías como la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR) mejora la experiencia de compra, permitiendo a los consumidores probar productos antes de adquirirlos. La inteligencia artificial optimiza la atención al cliente y automatiza tareas, mientras que la logística inteligente reduce tiempos de entrega y mejora la eficiencia operativa.

Programas de fidelización efectivos
En un mercado competitivo, retener clientes es tan importante como atraer nuevos. Los programas de lealtad deben enfocarse en la personalización y ofrecer beneficios atractivos, como descuentos exclusivos, experiencias VIP y recompensas por compras sostenibles. Estrategias como el marketing de recomendaciones pueden fortalecer la comunidad de marca y potenciar la retención de clientes.

Agilidad y flexibilidad en la estrategia
El mercado cambia rápidamente y las empresas deben estar preparadas para adaptarse. La capacidad de innovar y responder con rapidez a las tendencias emergentes define la competitividad de una marca. Fomentar una cultura organizacional enfocada en la transformación digital y la mejora continua es clave para garantizar la sostenibilidad del negocio.

Resumen

El consumo y retail durante este 2025, estará marcado por la digitalización, la personalización y la sostenibilidad como claves para la competitividad. Los cambios en el comportamiento del consumidor, impulsados por la inflación y la búsqueda de alternativas económicas, han obligado a las empresas a replantear sus estrategias.

Las tiendas de hard discount como D1 y Ara reinan en la venta de marcas propias


COMERCIO

Más de 40% de sus ventas viene de los sellos propios. En las cadenas clásicas, el peso de sus productos en los ingresos promedia 20%. La batalla por el cliente minorista se calienta
Juan Camilo Quiceno

Los seis grandes jugadores del comercio minorista en Colombia vendieron más de $62 billones en 2024 y sus góndolas son pasarela para que innumerables marcas se conecten con los miles de compradores que cada día llegan a abastecerse.

Si bien los grandes sellos cuentan con reconocimiento entre el público, desde hace años las empresas están ante consumidores más informados, capaces de comprar, analizar y tomar una decisión final. Según el libro Retail, de Lars Thomassen, al cliente le toma solo unos segundos elegir qué se llevará en el carrito y, en esa batalla, las marcas tradicionales ahora compiten entre ellas y entre las desarrolladas por las propias superficies.


Por las características de su modelo, los competidores del hard discount han logrado introducir su portafolio propio con más fuerza. Tiendas D1, por ejemplo, obtiene cerca de 80% de las ventas con sus cerca de 90 marcas. Mientras que, en Ara, esa relación es de 41%.


Entre las cadenas clásicas, Makro, hasta ahora, ha conseguido generar 25% de sus ingresos con base en sus marcas. Y le siguen Olímpica (20%), Éxito (18%) y Cencosud (11%). Estas dos últimas participaciones concentradas en la categoría de alimentos.

La batalla por la venta minorista está en un punto de efervescencia, pues entre los hard discount y las grandes superficies, según NielsenIQ, se concentra casi 40% de las compras registradas en el sector. Su potencia para la atracción de tráfico y conversión de exhibición en compra es innegable.
Hablan los retailers

Según estudios de las firmas consultoras, 66% de los colombianos cree que las marcas propias son una buena alternativa a las tradicionales y ese ajuste en los hábitos parece ser bien capitalizado por los seis grandes fuertes del retail.

“Hoy somos líderes en más de 20 categorías, entre ellas apanados, helados, carnes frías, productos de aseo y leche”, resaltó Elinana Posada, vicepresidente comercial de Tiendas D1, al ser consultada sobre este asunto.


Desde Tiendas Ara, detallaron que poseen unas 60 marcas propias que participan en 142 categorías: alimentos básicos, congelados, aseo del hogar, higiene personal, bebidas alcohólicas y sin alcohol, dulces y aperitivos, lácteos y grasas, pan y delicatessen, entre otras.


Eliana PosadaVicepresidenta comercial de Tiendas D1

“Más de 80% de nuestras ventas proviene de marcas propias, lo que demuestra un nuevo significado de lo que implica liderar en este segmento”.


Nicolás TobónPresidente de Makro

“El consumidor final compra hoy marcas propias con seguridad porque hay un respaldo detrás, dado que, en su mayoría, las elaboran productores líderes”.

Enfatizaron en que la propuesta de valor está enfocada en precios bajos y calidad, pero también en variedad, una táctica que le da mucha relevancia a las marcas propias, no obstante, los clientes tienen la posibilidad de elegir también los sellos tradicionales.

“Nuestras marcas propias se han posicionado como esa elección de confianza y cada vez más relevante en el presupuesto de los hogares. Hemos creado categorías con identidad y altos estándares, siempre manteniendo precios competitivos, y al mismo tiempo, preservamos la presencia de marcas tradicionales para ofrecer libertad de elección”, comentó Nuno Sereno, gerente de Ara.
¿Y los clásicos?

Makro es la cadena clásica cuyas marcas, por ahora, más pesan en las ventas y tienen unas 2.500 referencias disponibles para dar la pelea y conquistar a los compradores.


“Hoy 40% de las ventas que le hacemos al cliente Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) es en marcas propias. Aunque el consumidor final también está viendo el beneficio de comprar con un balance en el que no sacrifica la calidad y hay oportunidad de ahorro”, dijo Nicolás Tobón, presidente de la compañía.

Desde su óptica, “el consumidor final compra hoy marcas propias con seguridad porque hay un respaldo detrás, dado que, en su mayoría, las elaboran productores líderes”.

Olímpica también ha alcanzado una participación relevante de sus sellos en las ventas y, tal como lo señaló, ofrece 900 referencias.

José Manuel Carbonell, presidente de la cadena, comentó que “las marcas propias han evolucionado de una alternativa complementaria a un pilar estratégico de nuestra propuesta de valor. Actualmente representan 20% de nuestras ventas. Este crecimiento refleja la confianza de los consumidores”.

En el caso del Éxito, Luz María Ferrer, vicepresidente comercial y de abastecimiento, resaltó que, solo en alimentos, sus marcas ponen 18% de las ventas y poseen un sello como Taeq, el único propio del sector retail en el segmento saludable. “El principal atractivo de nuestras marcas propias es la combinación de calidad y precios accesibles”, complementó.

Ramiro Ortiz, country manager de Cencosud Colombia, mencionó que su sello propio en Jumbo, Cuisine & Co, pesa 15% en las ventas y tienen planes para traer más de sus marcas desde EE.UU. y Chile, Argentina y Perú.

Le llega competencia a Dollarcity: este es la nueva tienda china con precios bajos; conozca donde quedarán


Le contamos dónde queda la nueva tienda con descuentos y precios bajos en Bogotá.


Un nuevo supermercado llega a Colombia
Hace algunos años, la llegada de tiendas hard discount y low cost ha marcado una tendencia en Colombia y el mundo. Este modelo de negocio se ha consolidado en un mercado donde los comercios tradicionales, como aerolíneas y supermercados, han operado durante más de una década.

Esta línea de mercado permite a los consumidores acceder a productos de calidad en versiones personalizadas, lo que reduce costos y agiliza la producción.


Entre los supermercados más destacados en Colombia se encuentran D1, ARA, Ísimo y Dollarcity. Sin embargo, recientemente llegó al país una nueva competencia con descuentos y productos a precios competitivos.

La marca se ha viralizado en redes sociales gracias a una usuaria de TikTok que ha promocionado los productos de Akitok, una tienda con un modelo de negocio similar al de Dollarcity.



Según la creadora de contenido conocida como Lau te guía, esta nueva tienda está ubicada en la calle 116, entre la autopista Norte y la calle 19. En el video, que ha ganado popularidad en redes, se destacan diversos productos, incluyendo tres pasillos dedicados a mascotas y ropa.

Entre los artículos más mencionados que ofrece Akitok se encuentran vajillas, recipientes para alimentos (cocas del almuerzo), artículos para celebraciones y fiestas, así como blusas, vestidos y otros accesorios.

Además, para quienes tienen planeado un viaje próximamente, esta tienda también ofrece maletas de viaje y otros artículos útiles para preparar su próxima travesía.

Los precios de estos productos pueden oscilar entre los $5.000 pesos o prendas de vestir que van desde los $60.000 pesos.


Atento a sus comentarios...

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miércoles, 1 de octubre de 2025

Miércoles del Retail y Acompañamiento a Docentes Universitarios en su Primera Investigación de Aula.

 Cordial saludo

Bienvenidos al Miércoles del Retail y Acompañamiento a Docentes Universitarios en su Primera Investigación de Aula. 

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¿Cómo gastan los colombianos? 63 de cada 100 pesos se los llevan D1, Ísimo y Ara; las apps tipo “Uber” crecen cada vez más

Este año los hogares colombianos han mostrado un gasto más racional, priorizando consumo masivo, transporte y vivienda.



En 2025 y 2026, los hogares colombianos seguirán impulsando la economía, aunque gastarán con mayor cautela. El presupuesto se dirige sobre todo a lo esencial: mercado, transporte, vivienda y servicios del hogar. Esto refleja un cambio de hábitos de consumo, en el que las familias priorizan cubrir lo básico en medio de un ajuste en sus finanzas.

Así lo reveló un reciente análisis del equipo de investigaciones de Bancolombia, según el cual se mantiene una expectativa de un crecimiento cercano al 4,2% anual en el tercer trimestre de 2025, lo que ratificaría la resiliencia del gasto de los hogares, que encadenaría así tres trimestres consecutivos de expansión.

Consumo masivo: hard discount gana 63% del mercado

El consumo masivo continúa siendo la categoría con mayor peso en el gasto de los hogares colombianos, con una participación estable del 22% desde 2023.

Sin embargo, el canal ha mostrado cambios profundos en su composición. Los hard discount o tiendas de descuento duro, como D1, Tiendas Ara e Ísimo, ya concentran el 63% de la participación, lo que significa que de cada 100 pesos destinados al consumo masivo, 63 van a parar a este formato. Su crecimiento se explica por factores como precios bajos, cercanía y un surtido ajustado a las necesidades de los hogares.

El 37% restante se distribuye entre grandes supermercados como Éxito, que registraron crecimientos en 2024 y han tratado de seguir el ritmo de expansión de los formatos de bajo costo y el auge de los domicilios.

Transporte: más digital y con menor peso del combustible


La categoría de transporte mantiene un peso sólido en el presupuesto de los hogares, dominada por combustible (60%) y mantenimiento (25%). No obstante, el gasto en combustible muestra una desaceleración, explicada por la eficiencia de los vehículos y el cambio de hábitos de movilidad.

Por otro lado, taxis y aplicaciones digitales siguen ganando terreno. En 2025 representan el 9% del gasto en transporte, lo que refleja una preferencia creciente por soluciones más convenientes, con pago digital y disponibilidad inmediata. Este avance ha desplazado parcialmente al transporte público tradicional.

Vivienda y servicios del hogar: el peso del arriendo sigue creciendo

El alojamiento y los servicios del hogar mantienen un rol estructural en el gasto. Aunque en 2024 presentaron una leve caída, en 2025 se recuperan. Entre enero y julio de este año, los servicios públicos acumulan un crecimiento del 32,1%, lo que refleja mayor presión en el presupuesto de los hogares.

El arriendo es uno de los rubros más determinantes: su peso pasó de 19% en 2019 a 36% en 2025, mientras que las facturas de servicios públicos redujeron participación. Esto evidencia una mayor carga fija en vivienda y una tendencia a optimizar el consumo de energía, agua y gas.

Electrodomésticos y tecnología: moderación tras el auge de 2022

El rubro de electrodomésticos y muebles perdió participación estructural, pasando de 12% en 2021 a 9% en 2025. Aunque los artículos para el hogar muestran un crecimiento sostenido este año, la categoría en su conjunto refleja cambios en los hábitos de compra, con consumidores que priorizan canales más ágiles y productos de uso inmediato.

La tecnología, que tuvo un pico en 2022, modera su crecimiento. Si bien en 2024 repuntó, en 2025 se observa una leve desaceleración, lo que sugiere cierta saturación del mercado y una reconfiguración en las prioridades de consumo.
Restaurantes, bares y cafeterías: el canal fuera del hogar se consolida


El gasto en restaurantes y bares mantiene una trayectoria de crecimiento. Pasó de 5% en 2023 a 8% en 2025, consolidando su relevancia en el consumo fuera del hogar.

Dentro del canal, los restaurantes concentran el 78%, mientras las cafeterías avanzan del 8% en 2019 al 14% en 2025. Los bares se estabilizan en torno al 8-9%. Aunque el ritmo de crecimiento se moderó tras el pico del 2022, en 2025 la categoría aún proyecta un aumento del 11,6%, con meses destacados como enero, cuando creció 28,5%.

Entretenimiento: la categoría más dinámica del consumo en 2025

El entretenimiento se posiciona como una de las categorías de mayor expansión. En lo corrido de 2025 acumula un crecimiento del 24,5%, impulsado por la digitalización del consumo.

Apuestas en línea, aplicaciones y streaming ganan protagonismo, mientras los eventos presenciales como conciertos y festivales siguen atrayendo público.

Este canal marca un “nuevo normal” en el gasto de los hogares: más digital, más personalizado y con un peso creciente en el bolsillo de los colombianos


El Fin de una Era: el Declive de la Fijación de Precios Hi-Lo y el impacto para el Retail de Supermercado
Hace algunos días, estuve leyendo un interesante artículo sobre la fijación de precios Hi-Lo (alto y bajo) escrito por Gedeon Thomas en DealHub y en donde define este concepto como “una estrategia de venta minorista en la que un producto se ofrece inicialmente a un precio alto y posteriormente se rebaja mediante promociones o liquidaciones. Su objetivo es atraer a diferentes segmentos de clientes: aquellos dispuestos a pagar un precio superior por acceso anticipado y otros que prefieren esperar a los descuentos”

Si bien, conocía esta estrategia, bastante común, al moverme en el retail, quise investigar cómo se comporta y si es cierto el título que lo coloque a esta nota el hablar del declive.

¿Porque surgió esta estrategia?

En sus orígenes, no hay un periodo claro de cuando se aplicó por primera vez, la estrategia Hi-Lo surgió como una poderosa herramienta para que los minoristas se diferenciaran en un mercado cada vez más competido, para generar un sentido de urgencia y emoción. En lugar de competir únicamente en un nivel de precios fijo, los minoristas utilizan el precio como una palanca dinámica y promocional. El objetivo principal es atraer a segmentos de clientes altamente sensibles al precio mediante la oferta de descuentos periódicos y significativos en productos claves, a menudo denominados "productos generadores de tráfico". La premisa fundamental es que, una vez que estos clientes estuvieran dentro de la tienda, atraídos por la oferta, también comprarían una variedad de otros productos que no estaban en promoción y que se vendían a precios regulares más altos, compensando así los márgenes sacrificados en los artículos con descuento.

Este modelo fue diseñado para atender a dos tipos de consumidores bajo un mismo techo: los sensibles al precio, que planificaban sus compras en torno a las ofertas, y los no sensibles al precio, que valoraban la conveniencia y compraban lo que necesitaban sin tener en cuenta las promociones y los precios. El éxito de esta doble aproximación dependía crucialmente de la capacidad del minorista para segmentar eficazmente a estos dos grupos de compradores.

La estrategia Hi-Low triunfo por su vínculo con la psicología humana. No solo por ofrecer ahorro, sino que convierte la compra en una experiencia emocional que explota aspectos cognitivos y hace sentir al consumidor que puede ganar, cautiva a los “cazadores de ofertas”. Las ofertas por tiempo limitado y las promociones con fechas de vencimiento claras son el motor de la estrategia. Estas tácticas creaban una potente sensación de urgencia y activaban el "miedo a perderse de algo"

Según los estudios el mecanismo psicológico más fundamental de Hi-Lo son los precios. El precio regular "alto" sirve como un ancla cognitiva. Cuando se presenta el precio promocional "bajo", el cerebro del consumidor lo compara inmediatamente con el precio más alto, haciendo que el descuento pareciera muy atractivo y valioso. Este "efecto de contraste" magnifica la percepción del ahorro. Los estudios han demostrado que los descuentos activan el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina y haciendo que el control de los impulsos sea más difícil, lo que lleva a la decisión de "gastar, gastar, gastar". Estos factores psicológicos crearon un ciclo de refuerzo positivo que mantuvo a los consumidores comprometidos con el modelo Hi-Lo durante décadas. Pero eso ha cambiado o por lo menos quiere que se cambie.

Porque se quiere cambiar:

Hay estudios recientes que dicen que los retailers están reconociendo que la estrategia hi-low está perdiendo efectividad, por los cambios en comportamientos de los consumidores, mayor transparencia de precios, comparaciones fáciles gracias al comercio electrónico y la IA.

Cuando hay muchas ofertas, los consumidores aprenden a esperar y solo compran en los “días de rebaja”. Eso puede reducir la demanda en los días con precios normales, afectando flujo de caja.

La estrategia Hi-Lo enfrenta desafíos debido a cambios demográficos en el comportamiento del consumidor. Las generaciones más jóvenes, como Millennials y Generación Z, quienes crecieron en entornos digitales, presentan expectativas diferentes respecto a generaciones anteriores. Estos grupos suelen preferir simplicidad, transparencia y valor constante. Además, muestran menos interés por buscar ofertas, considerando este proceso menos relevante para sus hábitos de consumo.

Y no nos podemos ovidar de los Hard que representan una de las mayores amenazas para el modelo de supermercado tradicional que tiene como una de sus estrategias el Hi-Lo, no son simplemente competidores más baratos; operan con un modelo de negocio fundamentalmente diferente, diseñado desde cero para una eficiencia extrema y una promesa de precios bajos consistentes, desafiando directamente la propuesta de valor de los supermercados Hi-Lo.

Por eso:

Algunas cadenas y retailers están adoptando el modelo de “precios bajos todos los días” que consiste en mantener precios bajos y estables por largos periodos, con escasa dependencia de promociones. Este enfoque busca generar confianza y elimina la necesidad de esperar ofertas. Esta estrategia busca atraer y retener a los clientes que valoran la conveniencia y la simplicidad, y que desean la seguridad de saber que siempre obtendrán un precio estable todos los días.

De todas maneras:

No todos están dejando la estrategia Hi-Lo, pero si están haciendo ajustes por la presión del hard discount, por ejemplo, fortaleciendo sus marcas propias, para poder tener productos más baratos, que compitan con los formatos de descuento duro. También con campañas especiales de precios bajos, ofertas escalonadas o jornadas de “precios especiales” para la canasta familiar, como la del Grupo Éxito en Colombia.

Precios justos todos los días;

Digamos que este eun paso estratégico importante en el cual no existe una real promesa de “precios bajos todos los días”, sino de precios justos, No necesariamente competir con los precios bajos de los Hard Discount, por ejemplo, sino que en este modelo, la base de la estrategia de precios es garantizar que los precios diarios de los productos, especialmente los artículos de la canasta familiar, sean lo suficientemente cercanos a los de la competencia como para ser percibidos como justos y competitivos y que el consumidor no cambie de sitio de compra, por los precios.

Este es un tema sobre el cual se seguirá hablando y especulando permanentemente.

Acompañamiento a docentes universitarios en su primera investigación de aula

Los docentes que se atreven a investigar se vuelven más reflexivos, críticos y seguros. Quienes tenemos el privilegio de acompañarlos en su primera investigación también crecemos. Este cambio es posible cuando hay escucha, estructura y afecto. Conoce cinco consejos para el acompañamiento docente en su primera investigación.

Por Catalina Suárez Serrano

En el contexto universitario, donde la enseñanza y la investigación suelen caminar por rutas separadas, crear puentes es una necesidad urgente. Muchos docentes universitarios expresan el deseo de investigar sobre su práctica, pero no saben por dónde empezar. En este artículo comparto una experiencia desarrollada en la Universidad del Norte (Uninorte), en Colombia, en la que se diseñó un modelo de acompañamiento pedagógico para la investigación con el fin de ayudar a docentes a transformar su práctica en conocimiento compartido y basada en la evidencia. La implementación sistemática de este modelo de acompañamiento ha generado múltiples beneficios tanto en el desarrollo profesional docente como en la institución. Los proyectos surgidos en este proceso han incrementado la visibilidad académica de la institución a través de ponencias, publicaciones y reconocimientos en escenarios nacionales e internacionales. También han contribuido al fortalecimiento de una cultura de indagación y mejora continua en la universidad. Asimismo, los docentes han ganado reconocimiento como líderes innovadores en sus áreas de conocimiento, quienes también han sido invitados a compartir sus experiencias en eventos académicos, lo que ha sumado a su perfil docente.

¿Por qué los docentes no se animan a investigar?

Algunos docentes tienen años de experiencia en el aula, pero nunca han sistematizado sus decisiones pedagógicas ni han convertido sus clases en objeto de indagación académica. Otros están familiarizados con el mundo de la investigación, pero no saben cómo articularlo con su rol docente. La falta de tiempo, el desconocimiento metodológico, la sensación de que «investigar en educación no es para mí» o la ausencia de una cultura institucional que valore estas iniciativas suelen ser los principales obstáculos. Aunque cada vez existen más centros de acompañamiento docente que promueven el desarrollo profesional, muchas veces son acciones aisladas.

En mi rol de asesora considero que, acompañar a un docente en su primera investigación de aula, puede ser tan desafiante como gratificante. Uno de los aspectos más importantes en este proceso es construir un vínculo de confianza. Muchos docentes llegan con miedo y dudas: «no sé si mi tema es válido», «yo enseño bien, pero nunca he investigado en educación», «no tengo tiempo para esto». Reconocer y validar estas emociones es el punto de partida. No se trata sólo de enseñar una metodología de investigación, sino de acompañar procesos humanos de aprendizaje.

En el equipo de asesores con el que colaboro, descubrimos que las preguntas orientadoras son más poderosas que las respuestas. No se trata de resolver todo por ellos, sino de fomentar autonomía investigativa y promover una práctica más reflexiva: ¿qué te gustaría cambiar de tu clase?, ¿qué patrones observas en tu aula?, ¿cómo sabrías que algo mejoró?, ¿cómo podrías evidenciarlo? Como asesora, ha sido profundamente gratificante ver cómo docentes que inicialmente dudaban de sus capacidades investigativas hoy lideran proyectos con confianza y claridad. Acompañarlos en este camino ha sido también una oportunidad de aprendizaje para mí, de reencontrarme con el sentido más transformador de la educación. Ser testigo de su crecimiento es, sin duda, una de las mayores satisfacciones de mi labor.

Modelo de acompañamiento pedagógico para la investigación

En el Centro para la Excelencia Docente (CEDU) de la Universidad del Norte, se diseñó en el 2012 un programa de acompañamiento estructurado, que parte de la convicción clave de que todos los docentes pueden investigar si cuentan con el apoyo adecuado. El CEDU está conformado por un equipo interdisciplinar de 21 personas. El grupo que lidera este acompañamiento incluye a dos psicólogas del equipo y cinco docentes de distintas áreas, todos con experiencia en innovación e investigación educativa. Este año, se acompañan, en promedio, 20 proyectos de investigación en los que participan alrededor de 34 docentes, fortaleciendo así una cultura de reflexión y mejora continua en la universidad.

Las y los docentes que acompañamos en sus investigaciones pertenecen a distintas disciplinas como ingeniería, psicología, comunicación, salud, entre otras. Durante este proceso, aplicamos entrevistas, observaciones y realizamos una revisión documental. La fase inicial se centra en el diálogo con el docente para explorar sus intereses, identificar una pregunta de investigación y construir el marco conceptual. En la fase intermedia, se trabaja en el diseño metodológico, se ajustan instrumentos y se define cómo se recolectarán y analizarán los datos. Finalmente, en la fase de cierre se revisan hallazgos, se organiza la escritura del artículo y se apoya en la presentación de resultados.

También es fundamental establecer cronogramas de entregables parciales. Los docentes valoraron saber qué se esperaba de ellos en cada etapa y recibir retroalimentación concreta, oportuna y empática. Nos enfocamos en logros alcanzables, en lugar de metas abstractas.

Los beneficios para los docentes fueron múltiples, tales como mayor claridad sobre sus prácticas, rediseño de actividades, incorporación de nuevos métodos de evaluación, y, sobre todo, una nueva actitud frente a su rol docente. Muchos de ellos lograron escribir sus artículos y compartir resultados en las jornadas académicas. Sin embargo, más allá del producto final, el cambio más potente fue interno: se apropiaron de la investigación como una herramienta de transformación docente.

Cinco consejos para el acompañamiento docente en su primera investigación

A continuación, algunos aspectos clave que debemos considerar para acompañar a los docentes en su primera investigación de aula.

  1. No todos los docentes investigan igual.
    Hay docentes que llegan con una pregunta clara de investigación y otros que apenas están descubriendo que pueden investigar sobre su práctica. Por ello, antes de proponer esquemas o formatos, es esencial escucharles. Conocer sus intereses y expectativas nos permite diseñar un acompañamiento personalizado que respete los ritmos y fortalezas de cada uno.
  2. La confianza es tan importante como el conocimiento.
    Muchos docentes sienten que no están «a la altura» para investigar. El acompañamiento debe ser un espacio seguro, donde puedan expresarse sin temor a ser juzgados. La paciencia, la empatía y la flexibilidad son las herramientas más poderosas para abrir caminos. Cuando hay confianza, todo fluye con más naturalidad.
  3. Define fases, tiempos y entregables.
    Una estructura clara alivia la ansiedad. Saber qué viene después, cuánto tiempo considerar, y qué se espera en cada etapa, ayuda a que el proceso no se sienta abrumador. Un cronograma simple, pero realista, permite avanzar sin frustración y proporciona una sensación de logro progresivo.
  4. Combina lo técnico con lo emocional.
    En muchas ocasiones, los bloqueos metodológicos no se resuelven con teoría, sino con contención. A veces, el problema no es «no saber qué hacer», sino sentirse abrumado o inseguro. Acompañar no solo es orientar en lo técnico, también es validar, cuidar y animar. El proceso es académico, sí, pero también profundamente humano.
  5. Celebra cada avance, por pequeño que parezca.
    Iniciar con un borrador, analizar una lectura, diseñar un marco de referencia, redactar una página, etc., todo cuenta. Reconocer los logros –por pequeños que sean– nos brinda la energía para continuar. El reconocimiento sincero fortalece la motivación y ayuda al docente a sentirse capaz. A veces, una sencilla frase como “vas por buen camino” puede marcar la diferencia entre seguir o abandonar.

Acompañar procesos de investigación docente no es una tarea lineal ni neutra. Implica comprender que cada docente es un mundo y que sus historias, temores, pasiones y dudas influyen en cómo se acercan al conocimiento. Nuestro rol como asesores o guías no es imponer fórmulas, sino abrir caminos que se construyen andando, dialogando, escribiendo y a veces equivocándonos.

Si algo aprendimos en esta experiencia, es que el acompañamiento efectivo transforma ambos lados. Los docentes que se atreven a investigar se vuelven más reflexivos, más críticos y también más seguros. Y quienes acompañamos también crecemos, al ver que el cambio sí es posible cuando hay escucha, estructura y afecto.

Invitación

Si eres parte de un centro de formación docente o tienes colegas que deseen incursionar en la investigación, no dudes en compartir esta experiencia o también puedes enviarme un correo. Te invito a adaptar este modelo, a crear tus propios formatos y a realizar preguntas que movilicen. Acompañar no requiere de ser experto en todo, sino tener disposición para caminar al lado de otro. ¿Y tú, ya empezaste a acompañar?


Atento siempre a sus comentarios...