Se hace necesario prestar atención a una serie de recomendaciones en torno a la logística de los productos perecederos que son exportados a la que es aún la economía más grande del mundo: la economía estadounidense. .
Lo anterior, por cuanto la logística se ha convertido en uno de los factores clave de éxito en el sector de la alimentación perecedera. Al respecto, cabe decir que los productos de este sector con mayor salida hacia los Estados Unidos desde Colombia son las flores, el pescado, el banano, los derivados del café, productos de confitería, y con una oferta en crecimiento, las preparaciones alimenticias diversas.
Asimismo, ha de tenerse en cuenta que el 34% de los productos agroindustriales del país se exportan a Estados Unidos y que el 70% de los perecederos tiene como destino el puerto de Miami, desde donde luego pueden ser transportados vía terrestre a Atlanta, Carolina del Norte o Nueva York. Específicamente, el impacto de este puerto se debe a que se constituye en el número uno en movimiento de contenedores y a su cercanía al canal de Panamá. De ahí, que sean varios los proyectos de infraestructura para su ampliación estratégica; entre ellos se destacan las inversiones futuras para recibir las embarcaciones más grandes del mundo, el aumento de su profundidad a 50 pies, la compra de nuevas grúas y la construcción de ferrocarriles para el transporte de carga a otras ciudades, evitando de esta manera los inconvenientes del transporte por carretera, por ejemplo los de semaforización.
Así, las recomendaciones a seguir para la exportación de productos perecederos son:
1. Elección de los agentes aduaneros según su especialización en tipo de carga o producto.
2. Elaboración de las facturas en inglés con descripción detallada de la mercancía y haciendo visible el origen de la misma.
3. Inclusión de una lista de empaque, documento que aunque no siempre es obligatorio, facilita los procedimientos aduaneros.
4. Inscripción de los transportistas contratados en el sistema AMS (Automated Manifest System o Sistema Automatizado de Manifiesto, en español), el cual es el sistema del Servicio de Aduana y Protección Fronteriza de EE. UU. (Custom and Border Protection, CBP) diseñado para completar los documentos de trasporte de forma electrónica y acelerar así el flujo de la carga antes de su llegada a destino.
Y sobre todo, responder a las reglamentaciones científicas que son la base de los procesos de inocuidad de los alimentos establecidos por EE. UU. para prevenir el agro-terrorismo y el bio-terrorismo; términos que hacen referencia al uso intencional de insectos u otros animales para afectar la economía y la salud del país víctima del ataque; y a la introducción de bacterias, virus o toxinas con el mismo fin.
Es por ello, que la inocuidad, condición de los alimentos que garantiza que no se causará daño al consumidor, no se constituye per se en una restricción al comercio, pues al estar fundamentada en bases científicas lo que representa en sí es un mecanismo que propicia la credibilidad de las instituciones exportadoras. Es en esta labor que la trazabilidad juega un papel primordial, así como el sistema de Análisis de Peligros y de Puntos Críticos de Control (APPCC o HACCP, por sus siglas en inglés), ya que garantiza la inocuidad de los alimentos al identificar, evaluar y controlar riesgos de contaminación de los productos a lo largo de la cadena de suministro. Claro está, que un sistema de HACCP debe estar respaldado por unas prácticas higiénicas y condiciones ambientales adecuadas por parte de la empresa exportadora.
Con todo, el departamento de agricultura (USDA), el Departamento de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU. han manifestado que su intención no es generar cuellos de botella ahora que se ha firmado el TLC con Colombia, sino más bien hacer cumplir las normas para proteger al consumidor porque la salud pública no se negocia.
Asimismo, ha de tenerse en cuenta que el 34% de los productos agroindustriales del país se exportan a Estados Unidos y que el 70% de los perecederos tiene como destino el puerto de Miami, desde donde luego pueden ser transportados vía terrestre a Atlanta, Carolina del Norte o Nueva York. Específicamente, el impacto de este puerto se debe a que se constituye en el número uno en movimiento de contenedores y a su cercanía al canal de Panamá. De ahí, que sean varios los proyectos de infraestructura para su ampliación estratégica; entre ellos se destacan las inversiones futuras para recibir las embarcaciones más grandes del mundo, el aumento de su profundidad a 50 pies, la compra de nuevas grúas y la construcción de ferrocarriles para el transporte de carga a otras ciudades, evitando de esta manera los inconvenientes del transporte por carretera, por ejemplo los de semaforización.
Así, las recomendaciones a seguir para la exportación de productos perecederos son:
1. Elección de los agentes aduaneros según su especialización en tipo de carga o producto.
2. Elaboración de las facturas en inglés con descripción detallada de la mercancía y haciendo visible el origen de la misma.
3. Inclusión de una lista de empaque, documento que aunque no siempre es obligatorio, facilita los procedimientos aduaneros.
4. Inscripción de los transportistas contratados en el sistema AMS (Automated Manifest System o Sistema Automatizado de Manifiesto, en español), el cual es el sistema del Servicio de Aduana y Protección Fronteriza de EE. UU. (Custom and Border Protection, CBP) diseñado para completar los documentos de trasporte de forma electrónica y acelerar así el flujo de la carga antes de su llegada a destino.
Y sobre todo, responder a las reglamentaciones científicas que son la base de los procesos de inocuidad de los alimentos establecidos por EE. UU. para prevenir el agro-terrorismo y el bio-terrorismo; términos que hacen referencia al uso intencional de insectos u otros animales para afectar la economía y la salud del país víctima del ataque; y a la introducción de bacterias, virus o toxinas con el mismo fin.
Es por ello, que la inocuidad, condición de los alimentos que garantiza que no se causará daño al consumidor, no se constituye per se en una restricción al comercio, pues al estar fundamentada en bases científicas lo que representa en sí es un mecanismo que propicia la credibilidad de las instituciones exportadoras. Es en esta labor que la trazabilidad juega un papel primordial, así como el sistema de Análisis de Peligros y de Puntos Críticos de Control (APPCC o HACCP, por sus siglas en inglés), ya que garantiza la inocuidad de los alimentos al identificar, evaluar y controlar riesgos de contaminación de los productos a lo largo de la cadena de suministro. Claro está, que un sistema de HACCP debe estar respaldado por unas prácticas higiénicas y condiciones ambientales adecuadas por parte de la empresa exportadora.
Con todo, el departamento de agricultura (USDA), el Departamento de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU. han manifestado que su intención no es generar cuellos de botella ahora que se ha firmado el TLC con Colombia, sino más bien hacer cumplir las normas para proteger al consumidor porque la salud pública no se negocia.
Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/logistica-para-productos-perecederos-estados-unidos/152575
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