Es hacer realidad lo que hemos
venido desarrollando con el cliente, es hacer que las cosas sucedan, es también
estar listos para el manejo de contingencias que pudiesen presentarse.
Una de las grandes virtudes de la venta consultiva es concientizar al consultor
que su labor no culmina hasta lograr el éxito ofrecido al cliente.
Durante el proceso de implementación es cuando se establece la verdadera
convivencia entre el cliente y el proveedor, de ahí nacen las relaciones
duraderas y cíclicas así como el desarrollo de nuevos negocios.
Esta fase nos permite exhibir nuestros talentos y capacidades a toda la
organización de nuestro cliente, por ende nuestro éxito será más visible; de
ahí surge la necesidad de mantenerse al tanto de todo el proceso, solucionar
contingencias, atender imprevistos, buscar mejoras y ahorros, entregar en
tiempo y forma además de muchas más que podríamos citar.
El consultor comercial es muy diferente al simple vendedor, ¿la razón? muy
sencillo, el Consultor Comercial genera negocios, el Vendedor solo levanta
pedidos.
Fuente: WEB