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En las negociaciones
internacionales hay que tener muy presente las posibles diferencias
culturales que puedan existir. Estas diferencias pueden dificultar
claramente la comunicación.
Las personas no hablan el mismo
idioma lo que obliga a recurrir a
intérpretes.
Además, en cada cultura el tipo
de relación personal entre las partes puede seguir patrones diferentes.
En algunas culturas se tiende a
mantener una gran distancia personal (está muy delimitada la actividad
profesional de la personal, no se da pie a una relación más cercana). En
otras ocurre justo lo contrario, las personas buscan la proximidad, la
cercanía.
Un acto que puede ser perfectamente
normal en una cultura (hablar de un tema personal,
bromear sobre algo) puede resultar totalmente fuera de lugar en la otra.
La propia negociación puede seguir
reglas muy diferentes.
El modo de situarse en la mesa de
negociación.
Importancia y extensión de la fase
de presentación.
Quien debe marcar las etapas, indicando cuando se ha concluido un punto y conviene pasar al
siguiente (¿el anfitrión, la persona de mayor categoría laboral, el invitado,
etc.?)
Cómo tomar la palabra (hay que indicar que se quiere hablar, hay que esperar a que el otro
termine completamente su discurso, se puede interrumpir, …).
Cómo preguntar, que preguntas se pueden considerar impertinentes, cómo juega el
silencio.
Validez del compromiso verbal o
escrito: mientras que en algunas culturas
el compromiso escrito (el documento firmado) es lo que cuenta, en otras puede
tener más importancia un acuerdo verbal.
Conveniencia o no de hacer o
recibir regalos (es un detalle de amistad o trata
de coartar la libertad). Mientras que en algunas culturas son considerados
una muestra de amistad, en otras en cambio se pueden interpretar como un
intento de soborno.
Todo esto dificulta la negociación ya que uno podría estar infringiendo involuntariamente muchas de las
normas básicas de comportamiento de la otra cultura. Ante esta dificultad,
algunas reglas básicas que se pueden aplicar:
Informarse sobre las costumbres del
otro país, sus peculiaridades, su cultura,
su historia y su situación actual. El mostrar al interlocutor que uno conoce
algo de su país puede ayudar a ganar su aprecio.
Actuar con la máxima prudencia, estando muy atentos a cómo se comportan los nacionales del país (ver
e imitar). Prestar especial atención al protocolo.
Ser comprensivos con los posibles errores
que pueda cometer la otra parte (de
lenguaje, de comportamiento, etc.).
Salvo que uno tenga un conocimiento
muy profundo de la otra lengua, es conveniente acudir a la negociación con
un interprete de plena confianza.
No conviene aceptar sin más el
interprete que ofrezca la otra parte (no conocemos su nivel de preparación,
su discreción, no sabemos si es una persona de confianza).
Si uno tiene ciertos conocimientos de la lengua del país puede
utilizarla en la presentación o en los momentos distendidos (almuerzo,
pausas, etc.), pero durante la negociación es fundamental comprender
perfectamente lo que la otra parte nos dice.
Fuente:aulafacil.com
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Profesional en Mercadeo con Maestría en Educación, consultor y formador en competencias laborales para el Retail, (SENA), – Formación para el trabajo -. Doctor Honoris Causa en Mercadeo, con énfasis en Perceptología Comercial, Gerente general de RETAIL MASTER (Formación incluyente para el Retail), amplia experiencia en formación y vinculación de personas con discapacidad para el mundo del Retail. gerenciaretailmaster@gmail.com ... Síganme en X como: @jaime_pepo
viernes, 2 de diciembre de 2016
Negociación _ Negociaciones internacionales
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