La administración de Mercadeo busca diseñar estrategias que construyan relaciones redituables con
sus consumidores meta. Pero, ¿qué filosofía debería guiar tales estrategias de Mercadeo? ¿Qué importancia debería darse a los intereses de los clientes, a la
organización y a la sociedad? Muy a menudo, esos intereses entran en conflicto.
Hay cinco conceptos
alternativos que las organizaciones podrían utilizar para diseñar y poner en
práctica sus estrategias de Mercadeo: los conceptos de producción, producto,
ventas, Mercadeo, y Mercadeo social.
El concepto de producción, señala que los consumidores favorecen los productos que
están disponibles y que son muy
accesibles. Por lo tanto, la gerencia debería concentrarse en mejorar la eficacia
de la producción y la distribución. Este concepto es una de las orientaciones
más antiguas que guía a los vendedores.
El concepto de producción es
todavía una filosofía útil en algunas situaciones. Por ejemplo, el fabricante
de computadoras Lenovo domina al tan competitivo y sensible al precio mercado chino de las PC
mediante bajos costos de mano de obra, producción muy eficiente y distribución masiva.
No obstante, aunque resulta útil en algunas situaciones, el concepto de
producción puede originar miopía de marketing. Las compañías que adoptan esta
orientación corren un gran riesgo de enfocarse demasiado en sus propias
operaciones, y perder de vista el objetivo real: satisfacer las necesidades del
cliente y crear relaciones con él.
El concepto de producto, sostiene que los consumidores prefieren los productos que
ofrecen lo mejor en cuanto a calidad en el desempeño e innovación. Desde este
concepto, la estrategia de Mercadeo se enfoca en mejorar el producto de forma
continua. La calidad y la mejora del producto son elementos importantes de la
mayor parte de las estrategias de Mercadeo. Sin embargo, enfocarse sólo en los
productos de la compañía también podría provocar miopía de Mercadeo. Por
ejemplo, algunos fabricantes consideran que si son capaces de “diseñar una
mejor ratonera, el mundo entero tocará a su puerta”; sin embargo, a menudo
quedan amargamente desilusionados. Es probable que los consumidores estén
buscando una mejor solución para un problema con los ratones, pero que no
necesariamente es una mejor trampa para éstos. La mejor solución podría ser un
aerosol químico, un servicio de exterminación de plagas, un gato de casa o algo
que funcione mejor que una ratonera. Además, una mejor trampa para ratones no
se venderá a menos que el fabricante diseñe, empaque y fije su precio de forma
atractiva; ubique el producto en canales de distribución convenientes; capte la
atención de los consumidores que lo necesitan y convenza a los compradores de
que se trata de un mejor producto.
Fuente:Mercadeo _ Kotler_ Armstrong
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