viernes, 25 de octubre de 2013

La experiencia que traen los años no es reemplazable con nueva información que otorguen las aulas...

La experiencia no se improvisa
Julio Arrastía Brica

Lastimosamente hoy se cree que las personas son como los computadores, que cada vez puedes adquirir unos más poderosos, más versátiles, con mayores capacidades de procesamiento y de almacenamiento y más baratos.
Cierto en parte. Hoy un profesional recién egresado, ha recibido en las aulas información más actual que la que pueda haber recibido en su momento un egresado de hace varios años y por su exposición a nuevas tecnologías también es posible que tenga más virtudes en ese sentido. Y, lastimosamente, también es mucho más barato pagarle sueldos casi ridículos a un recién egresado, que pagarle sueldos algo dignos a una persona con experiencia.

Que la historia no se repite y que la sangre nueva aporta conocimientos innovadores y libres de mañas, vicios y prejuicios, también es relativamente cierto pero cada vez menos, porque las personas con experiencia hoy entienden que la actualización debe ser parte de la rutina inteligente de un triunfador y que la apertura mental y la humildad para recibir nuevos conocimientos también lo es.
Lo que hasta ahora no es posible con las personas, es lo que sí es posible en los computadores: trasladar la información del disco duro de los aparatos viejos al disco duro del nuevo equipo. Y quienes saben de tecnología saben que más importante que cualquier equipo (que cada vez se consiguen mejores y más baratos) es la información que tiene en su disco duro.
Las empresas desechan la experiencia, y como mucha gracia conservan a los “desechados” como asesores parciales. Pero como estos son ahora libres para vender su conocimiento, y su conocimiento no es otro que el que llevó a progresar a su empresa, ahora estará disponible, de manera fácil y barata para su competidor.
Conservar la experiencia es barato a cualquier costo.
@carlossierra57

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