A muchas empresas tecnológicas no les va lo bien que se debía esperar. La razón de ello es que sus culturas tiene sus raíces en la tecnología. La preocupación de algunas culturas corporativas se centra solo en mejorar el producto, muchas veces regalándolo, sin preocuparse de los consumidores (mercado) y de la forma de llegar a ellos exitosamente (mercadeo).
Para hacer dinero con los bienes que se producen (software o lechugas) se requieren compradores. Para que un consumidor se convierta en comprador es necesario persuadir a los consumidores que el producto ofrecido llena sus necesidades. El consumidor debe percibir que el producto ofrecido es superior a otros similares. Es aquí donde entra a jugar el marketing o mercadeo.
La telefonía satelital y su mercadeo
Por 1997, cuando se iniciaba esta publicación digital, existía una enorme esperanza que la telefonía satelital, en un corto tiempo, sería la forma de comunicarse en todo el mundo.
La primera llamada, por medio de satélite, la realizó el entonces VP Al Gore. Los 66 satélites, orbitando la tierra, eran de la empresa Iridium. La tecnología de comunicación fue proporcionada por Motorola, junto con la mayor parte del financiamiento. Al año siguiente en 1999 la empresa Iridium se declara en quiebra.
En 1999 el reportero de CNN David Rohde contaba cómo había tratado de contratar el servicio de Iridium y solo pudo conseguir un kit de información. En su artículo narraba que jamás lo contactó un representante de venta. El periodista también encontró dificultades para saber detalles de precio y dónde conseguir los equipos. En su artículo aseveraba que era muy difícil de esa forma – sin hacer mercadeo – conseguir clientes.
Después de la quiebra de Iridium, se dijo por los ejecutivos de la empresa, que esta tuvo “dificultades para conseguir suscriptores”. Las dificultades para conseguir suscriptores fueron ocasionadas por la falta de un “cultura de mercadeo” de la empresa. Las empresas, cuando son dirigidas por ingenieros, científicos y técnicos, su principal preocupación es la de conseguir que el producto cumpla con especificaciones técnicas aceptables. Para estas empresas consultar al mercado – los compradores potenciales – carece de todo sentido.
Google un Medio Publicitario exitoso
En el desarrollo software, pocas empresas pueden igualar a Google. Ha creado el motor de búsqueda más popular. El navegador más utilizado en la Web es Chrome. Gmail es el correo electrónico que sacó se impuso rápidamente. El Sistema Operativo Android se encuentra dominando el mundo de los móviles.
Pese a todo ello el 85% de los ingresos de Google – $50.6 billones de dólares – provienen de anuncios, que aparecen en las búsquedas y en millones de sitios que se accede. En este momento Google es un medio publicitario de los más exitosos del planeta.
Los esfuerzos de Google por desarrollar otras formas de ganar dinero no han ido muy lejos. Sus fracasos conocidos han estado en la electrónica de consumo: Google TV, Nexus One, son algunos de ellos. El más sonado – de sus tropiezos – ha sido Motorola comprada por 12.4 billones de dólares. Google, al parecer, pensaba en producir equipos móviles inteligentes. Algo inesperado sucede y Google termina vendiendo, a la empresa Lenovo, la mayor parte de Motorola.
A diferencia de Apple, que ha sido muy exitosa, Google parece no haber tenido en su equipo un genio del mercadeo como ha sido Bill Gate y lo fuera Steve Jobs.
El mercadeo no es aceptado universalmente
Tenemos que entender que el mercadeo o marketing es algo que no todos aceptan. No es que no les guste la palabra, sino que tienen poca consideración para las actividades que involucran el comercio de bienes y servicios. Personalmente me he encontrado con grupos de profesionales para los cuales el “mercadeo” es considerado inaceptable y poco respetable. Ellos consideraban que por su nivel profesional, no era aceptable hacer mercadeo.
El Presidente Mujica de Uruguay en un discurso en Naciones Unidas decía que todo lo malo del actual sistema económico se debía al marketing o mercadeo. Repitió la palabra “márketing” en varias ocasiones, durante su intervención, para dejar en la mente de todos – en forma clara y transparente – sus convicciones Esto me pareció perfectamente aceptable y respetable en una político que ha sido siempre fiel a sus principios marxistas-leninistas.
A lo que no renunció Mujica, ni tampoco lo hicieron Lenin, ni Mao fue al mercadeo político, que les ayudó a llegar a la cúspide del poder.
Fuente: http://www.mercadeo.com/blog/2014/02/sin-marketing-no-hay-negocios/
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