miércoles, 12 de diciembre de 2012

Perceptología:Un buen director actúa con cordura, sensatez, bondad, generosidad, integridad moral, templanza en las relaciones, palabras o acciones...


Procura estimar, favorecer y estimular los conocimientos, aptitudes y rendimiento de los miembros de su comunidad servidora y el de sus recursos, en función del crecimiento del mercado y de la mejora de la comunidad.


Sabe señalar, estimar, apreciar de antemano los posibles resultados de los compromisos que traza y de las diligencias que lleva a cabo y cómo es el efecto resultante en beneficio propio.


También es hábil en estudiar los orígenes y causas de algo y las implicaciones lógicas en el corto y largo plazo y sus relaciones entre sí y con la empresa y el entorno.


Es diestro en la proposición de soluciones efectivas, benéficas en su conjunto, solidarias, claras y evidentes.


Mantiene la atención en lo que sucede en la empresa y en su entorno para descubrir aquellos aspectos que, mejorándolos, contribuyan al engrandecimiento del mercado.


Como producto de ello logra obtener con relativa facilidad mucha riqueza para ponerla al servicio de las personas que, directa o indirectamente, se relacionan con la empresa.

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