Para el marketing la verdad son las
percepciones. Lo que está en el cerebro de los consumidores.
Aunque una marca de leche según los análisis de la asociación de consumidores
sea de calidad por debajo de la media, si los consumidores piensan que es la
mejor y que está justificado pagar más, de esa posición debemos partir.
La satisfacción del cliente no deriva
necesariamente de las características técnicas del producto. Una parte de lo
que piensa el consumidor puede proceder de las características intrínsecas del
producto. Pero la imagen de la marca que se encuentra en el cerebro de los
consumidores es un todo organizado que se conforma con percepciones subjetivas,
algunas de las cuales tiene su fundamento en la características físicas o
reales de los productos. Mientras que muchas de las ideas que el consumidor
tiene sobre los productos no tienen una base en propiedades reales
del mismo. Muy pocos consumidores diferencian a ciegas un vino de otro. Lo
importante son las percepciones de los clientes. Los consumidores a partir de
unos pocos datos se forman una imagen del resultado de un servicio. Es preciso
gestionar los distintos elementos que van a influir en las percepciones de los
clientes.
Debemos identificar los atributos
más significativos que configuran la percepción del consumidor.
Por ejemplo, unos gerentes de franquicias de restaurantes nos contaban que los
clientes consideran un atributo importante que los productos no sean
congelados. Y como los clientes identificaban ciertos aspectos del producto con
los productos congelados. Así que ellos por ahorro utilizaban congelados pero
se esforzaban en que no mostrasen esas pistas o señales que los consumidores
identifican.
Las percepciones dependen no sólo
de los atributos físicos fundamentales del producto sino también de atributos
psicológicos y sociológicos. Gran parte del comportamiento
de compra de ciertos productos o servicios se relacionan con aspectos sociales.
Por ejemplo utilizamos cierto coche porque nos proporciona status.
Un aspecto esencial en la
percepción es el tiempo. Especialmente en ciertos
servicios la percepción se determina en buena medida dependiendo del tiempo de
espera para obtener el servicio.
Otro aspecto fundamental es el
riesgo percibido. Tratamos
de reducir el riesgo percibido. Un típico comportamiento postcompra es buscar
mucha información sobre el coche o la casa que hemos comprado, para asegurarnos
que no nos hemos equivocado. Tenemos miedo de equivocarnos y buscamos
continuamente indicadores que nos indiquen que estamos acertando en nuestra
selección de proveedores. La información postcompra que proporcionamos al
cliente y la seguridad que le comunicamos es esencial para disminuir su riesgo
percibido.
Fuente.aulafacil.com
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