SI, SE PUEDE ENSEÑAR LA AUTOGESTION A OTRO...
retirándole el pezón del proteccionismo,
atravesándole retos sin preavisarle,
enseñándole cómo funciona su cerebro,
enseñándole el significado de libertad económica, intelectual y moral,
enseñándole a ser descontento creativo,
absteniéndose de protegerlo cuando vemos que él va a tropezar,
poniéndolo a rendir cuentas.
NO ES UNA AVENTURA DE BÚSQUEDA DE TESOROS PORQUE...
Generalmente....
la rendición de cuentas va nutrida de autoestima,
el tropiezo desentierra la realidad,
del descontento germina el invento,
la libertad robustece la fraternidad,
del desarrollo cerebral brota la sabiduría,
el reto engendra triunfadores,
el destete produce autodeterminación.
PERO ESTOS TESOROS CUESTAN
PORQUE...
Para nutrirse del pezón de la
autodeterminación hay que esperarla muchas veces en la antesala de la soledad,
buscarla en la oscuridad con la lámpara de la incertidumbre y perseguirla por
senderos empinados alfombrados de esquivez.
Para disfrutar el suspiro del arribo
triunfal hay que romper a punta de ilusiones el cascarón del desafío y con pié
descalzo aplastar los abrojos del dolor.
Para aceptar que la sabiduría es un
eterno venir viniendo hacia mi interior hay que persistir hasta descubrir el
esquivo capullo de la sencillez y la simplicidad, muchas veces oculto en la
selva de mis teorías.
Para sentir la fraternidad universal
hay que derrumbar la altivez con golpes amorosos .
Para desfilar en la pasarela de la
innovación hay que azotar la espalda hasta liberarla de adherencias anacrónicas
y dotar la frente de esponjas absorbentes.
Antes de aproximarse a la realidad hay
que dejar de ser cautivo de la cautivadora apariencia.
Y para aprender a rendir cuentas se
tiene que aprender a compartir compartiendo.
Todo esto es difícil, pero se puede.
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