EL
MERCADO EN BLANCO
En estas notas, publicadas en la Revista P&M, y diarios del país, se destacan los análisis de FENALCO sobre el impactante fenómeno de las marcas propias.
En estas notas, publicadas en la Revista P&M, y diarios del país, se destacan los análisis de FENALCO sobre el impactante fenómeno de las marcas propias.
Las marcas propias dejaron de ser líneas en las que el costo impera sobre la
calidad pues aunque la tendencia aun las ubica como productos a precios
“cómodos”, el aumento de la demanda y los cambios en los consumidores
colombianos las transformaron en productos evolucionados. Lo anterior originó
un fenómeno que, si bien aun no repunta como en mercados más desarrollados,
augura un aumento progresivo en la demanda de este tipo de productos.
Mientras en mercados como el europeo las marcas blancas representan hasta el
50% del total de las ventas, en Colombia estos productos son apenas el 12% de
los ingresos de las grandes superficies. Sin embargo, este número crece
anualmente gracias a las diferentes estrategias de los supermercados para
posicionar sus productos, educar al consumidor y ampliar su oferta. “El tema ha
evolucionado de manera muy acelerada, porque la imagen que todo el mundo tiene
de las marcas blancas es que son las más baratas y las de fabricantes son
mejores. Las grandes cadenas se han dado cuenta de que la gente también demanda
calidad, no solo precio, entonces a ese tarjet le ofrecen marcas propias de
mejor calidad”, explica Rafael España, Director Económico de la Federación
Nacional de Comerciantes, Fenalco.
En este sentido, las grandes superficies invierten una gran cantidad de
recursos para asegurar que los productos que cobijan bajo su nombre cumplan
estándares de calidad que los hagan realmente competitivos y no solo baratos.
“El control de calidad es uno de los pilares de las marcas propias, con
estrictos procedimientos gestionados por un equipo de personas dedicadas al
tema. Los productos están sometidos a degustaciones para comprobar que
satisfacen las expectativas de los consumidores y las plantas de proveedores
son auditadas por empresas externas especializadas para garantizar que sus
instalaciones sean adecuadas a la maquila de productos para nuestras marcas”. De este modo, las marcas de las grandes superficies constituyen un
amplio portafolio que abarca desde productos económicos hasta bienes de consumo
Premium, como aceites importados y panadería fina.
Por ejemplo, D1 , ARA y Euro gran parte de su oferta son marcas propias , productos con
una buena relación calidad – precio; Este caso es similar al del Grupo Éxito que
tiene Ekono, Éxito, Surtimax y Pomona
DEL
PRECIO A LA CALIDAD
Las marcas blancas, conocidas así porque al principio en Estados Unidos, donde
surgió la tendencia, eran exhibidas en envases blancos, en un principio, se
limitaban a promocionar productos de la canasta básica familiar como granos,
panadería, pasabocas y de aseo para el hogar, pero hoy abarcan una gama tan
amplia como el numero de referencias vendidas en un supermercado. Además de los
productos tradicionales, que representan el porcentaje más alto de ventas, las
marcas blancas también en productos como prendas de vestir y tecnología.
En
almacenes como grupo éxito, con nombres como
Arkitect, People, Bronzini, Coqui y Pop Rose ampliamente conocidos en materia
textil. Estas líneas demuestran que las marcas propias trascienden las barreras
de los productos “económicos” y amplían las posibilidades de negocios para las
grandes superficies.
El mayor reto detrás de las marcas blancas, además de lograr que los
consumidores las elijan por encima de las marcas lideres, es desmitificar
aquello de que los precios bajos riñen con los productos de calidad y
posicionarse como una buena opción de compra. Para lograrlo, las cadenas
coinciden en que lo más importante es aprovechar los espacios propios del
supermercado para darse a conocer.
La
comunicación de las marcas blancas se hace en revistas folletos
promocionales, web – mailing, televisión, además de las actividades diarias en
las salas de ventas de las tiendas, programas de fidelización han servido para que los clientes conozcan más la excelente calidad de los productos
de marca propia.
Esta labor ha
dado frutos y con el tiempo cada vez más consumidores compran marcas blancas. Estamos cambiado el paradigma de que los productos de marca propia son de mala
calidad haciendo que prueben; actividades muy fuerte en puntos de
degustación y muestreo.
Cuando le dicen a un cliente que si quiere probar un detergente liquido para su
ropa o consumir y se tiene temor,la propuesta es dar una muestra
para que lo pruebe en su casa. Llegamos a un punto en que la gente lleva la
marca propia con total tranquilidad, por que la conoce; entonces la marca participa
muy bien, generando confianza y aceptación.
UN
MAR DE OPORTUNIDADES
Pese a los esfuerzos por posicionar las marcas propias, los expertos coinciden
en que aún queda mucho camino por recorrer, lo que representa una posibilidad
de crecimiento y el reto de lograrlo. “ Hay un trabajo muy grande por hacer, porque en el mundo la gente se siente mucho más
tranquila al llevar marcas propias y aquí estamos todavía en pañales, pero
todas las cadenas están haciendo una buena labor para que el cliente confíe en
ellas, por que presentan una buena opción en precio y calidad de productos”.
En este sentido, la diversificación, innovación e inclusión de nuevas referencias
y categorías se convierte en un punto fundamental para ganar un pedazo de la
codiciada torta del lineal.
El trabajo que realizan en conjunto las grandes superficies con sus
maquiladoras (Empresas que fabrican los productos de la marca propia) se convierte
en un punto crucial, pues es vital para el éxito de los nuevos productos. “Uno
de los grandes retos con las marcas propias ha sido la implementación de
toda una estructura logística que beneficie a los proveedores y a los comercializadores.
OPINIONES DIVIDIDAS
Los representantes de las marcas líderes parecen no ponerse de acuerdo con su
percepción de este tipo de productos, pues unos los consideran una amenaza
latente y otros creen que el tipo de consumidor al cual se dirigen es muy
distinto a su tarjet.
Se considera que “sin duda, las marcas propias han afectado el desempeño de las
categorías, pues han reducido su valor y relevancia con una oferta basada en
precio bajo”; las marcas que podrían verse afectadas son
aquellas que no han logrado diferenciarse claramente de las demás.
En lo que si están de acuerdo los representantes de marcas lideres en nuestro
país es que para evitar que las marcas blancas monopolicen el consumo, lo más
importante es mantenerse siempre a la cabeza en innovación.
“Ante esta situación, es importante entender la evolución de las marcas blancas
en cada categoría, las preferencias de los consumidores y la fortaleza de las
mismas para poder tomar las acciones necesarias”. En este punto, el manejo de
las marcas se convierte en un aspecto neurálgico pues cuando la calidad ya no
es un diferencial claro, el vinculo emocional con el consumidor si lo es; así
toma importancia “seguir invirtiendo en entregarle el poder de compra al
consumidor, mediante inversiones publicitarias en construcción de marca y
creación de un vinculo emocional significa ir siempre un paso delante de estas
marcas blancas”.
De esta manera, mientras los supermercados aceptaron el desafío de crecer,
educando a los consumidores para que amplíen su perspectiva y para que aprendan
a experimentar fuera de las marcas que tradicionalmente compraban, las marcas
lideres están decididas a mantener su liderazgo a toda costa, lo que para ambas
partes representa un desafío y, desde cualquier perspectiva, una ganancia para
el consumidor.
Fuente Noticias Nacionales : Fenalco - Revista P y M, Dinero, Portafolio y la República.
@jaime_pepo
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