LA CALIDAD DEL SERVICIO ESTÁ RELACIONADA CON LA
AUTORREALIZACIÓN.
Es imposible que un empleado le ofrezca servicio excelente
a sus clientes si en su interior no se siente autorrealizado. Yo creo que
adoptar y practicar valores es un camino seguro para la autorrealización. Por
eso me voy a referir a los valores.
Los valores son aquello por lo cual la gente hace lo que hace.
Si valorar significa dar
importancia, entonces valor es aquello a lo cual le damos la máxima importancia
en cuanto que eso nos sitúa en los más intensos estados emocionales que
anhelamos.
Los valores son esa "luz
o guía interior" que inspira y selecciona todo lo que hacemos y nos dice
todo lo que tenemos que suprimir o rechazar. Los valores son "torres
orientadoras necesarias"; son "faros a los cuales debemos
mirar", como dice Max Scheler, ese gran filósofo abanderado de la teoría
de los valores.
Fijemos nuestra atención en
los siguientes personajes para comprender más el significado y el poder de los
valores.
Para el ingeniero Jaime
Jaramillo una prioridad en su jerarquía de valores es la visión positiva; por eso cuando él recupera de las alcantarillas a
un jovencito, no recupera a un "desechable", "ratero",
"piojoso", "hambriento", etc., sino que él encuentra la oportunidad de un futuro abogado,
ingeniero, líder comunitario, médico, etc.
Para el médico Elkin Patarroyo
una prioridad en su jerarquía de valores es la salud; por eso es que él en los libros, en las universidades, en
los laboratorios, en los investigadores lo primero que ve es la oportunidad de
respuestas a su insistente pregunta ¿cómo erradicar para siempre la malaria?
Para el comandante del
Ejército de Liberación Nacional, una prioridad en su jerarquía de valores es el
poder apasionado; por eso él ve en la selva el poder de la sorpresa y el
anonimato, mientras otros vemos el poder ecológico; él ve en los oleoductos el
poder de la destrucción, mientras otros vemos el poder energético; por eso es
que él toma tantas decisiones estúpidas.
Es obvio que todos tenemos un
cerebro con poderes ilimitados, pero también es cierto que pocos tienen como prioridad
obrar inteligentemente. Tal vez este hecho lamentable es el que motivó a
Einstein a decir lo siguiente: "Dos cosas son infinitas: el universo y la
estupidez humana. De lo primero no estoy seguro".
La autorrealización es fruto de la adopción de valores.
Cuando uno ha adoptado
conscientemente una jerarquía de valores experimenta los siguientes placeres:
uno crea situaciones o cosas que hagan visibles nuestros valores; uno siente
paz y luz interior; uno toma cualquier decisión con facilidad; uno sabe lo que
tiene que hacer; uno influye bien en los demás; uno tiene dirección
existencial; uno disfruta de la gente; uno siente felicidad, certidumbre y
reciedumbre a la vez.
Cuando las personas no han
adoptado conscientemente una jerarquía de valores experimentan dolores como los
siguientes: se tuercen fácilmente, porque les parece que es lo mismo ocho que
ochenta; pierden el ansia de seguir buscando, como le pasa a los drogadictos;
sienten vacío existencial, de aquí pasan a la apatía, de aquí a la frustración,
en seguida a la depresión y, a veces, al suicidio; sin jerarquía de valores, la
gente vive confundida viendo pardos a todos los gatos.
Tener o no tener una jerarquía
consciente de valores es lo que explica que unas personas se autorrealicen y
que otras no. Tener de primero a uno u otro valor es lo que explica los rumbos
diferentes que toma la gente.
Adoptar conscientemente una
jerarquía de valores es estar a cargo de la propia existencia; y no adoptar
conscientemente una jerarquía de valores es dejar la propia existencia bajo el
influjo del azar.
El cambio de valores cambia la vida.
En los primeros años de adulto
una persona pertenecíó a una institución en la cual un valor fundamental era la
obediencia; en esa época, frente a
sus jefes él veía la oportunidad de colaborarles o aprender de ellos, mientras
otros sentían la amargura de la sumisión o enajenación.
Pero algún día esa persona
puso la libertad antes que la
obediencia; entonces empezó a sentir unos impulsos irresistibles a ser más
influyente que influenciado y se retiró de esa institución; por este camino
llegó al deseo de ser jefe y ese deseo lo llevó a buscar dónde habría una
jefatura para él; así fue como llegó a ser jefe en grandes e importantes
empresas.
Y pasados bastantes años
dentro de la industria, esta persona, en un avión en vuelo leyendo un libro
sobre "El Empresario Interno" de Gifford Pinchot III, subrayó la
siguiente idea: "nuestras
organizaciones grandes están produciendo muchísimas buenas ideas, pero no son
capaces de llevarlas a la práctica". En este momento nuevamente cambió
el orden de su jerarquía de valores y puso de primero la influencia; por eso decidió
convertirse en asesor, dejando el importante cargo en una gran empresa. En ese
problema que señala Pinchot el alto ejecutivo vió una muchedumbre de clientes
potenciales a los cuales él podía ayudarles
a poner sus buenas ideas, sus sueños o sus visiones en acción (que es su
actual misión).
Esto de haberse convertido en
un influenciador le ha puesto nuevamente a ser un lector incansable y como
lector ha encontrado muchas oportunidades y ha hecho muchas "ampliaciones
existenciales". Como influenciador ha conocido más personajes, ha viajado
más, está más saludable, es más trascendente, ha escrito dos libros y va para
el tercero. La influencia le ha producido felicidad.
Como se puede ver en esta
biografía, el personaje ha hecho cambios sustanciales en su vida por haber
cambiado sus valores. "Cambia tus valores y cambiarás tu vida", es un
verdadero y poderoso axioma cuyo autor no conozco. Es tan poderosa la jerarquía
de valores que no solamente provoca cambios sustanciales sino opuestos, como es
el caso de San Pablo que pasó de perseguir a los cristianos a ser el apóstol
cristiano por excelencia; o como el caso del cura Pérez que pasó de decir
"la paz sea contigo" a la guerra.
Pablo cambió el valor
beligerancia por el valor amor y el cura Pérez cambió al revés.
Escoja, ahora mismo, sus luces
interiores, sus valores. Adopte y practique tres o cuatro valores de la lista
siguiente, pero practíquelos de manera que las demás personas vean que Usted es
un fanático de esos valores. La siguiente es una buena lista: honestidad,
inteligencia, valentía, seguridad, pasión, salud, crecimiento, creatividad,
felicidad, persistencia, amor, éxito.
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