Todavia vemos que quienes determinan los precios de los productos en exhibicion acuden a esta engañosa estrategia que pretende hacer creer falsamente a los clientes que el precio es “novecientos algo” y no “casi mil”.
Lamentamos informarles a ellos que el cliente esta lejos de ser un idiota que no piensa. El cliente, desde hace muchos años, aprendio a redondear los precios y al ver estos ni siquiera lee casi mil. Lee mil. Lo único que se gana con esto es plasmar en la mente del cliente una percepcion de que trataron de engañarlo, pero que el le gano al que quiso hacerlo.
Los “trucos” de ventas como este, pierden validez cuando se conocen. Son como los trucos de magia. Pierden encanto cuando todos saben como se hace.
Ante esto, la recomendacion es simplemente: haga los calculos justos y precisos de su precio, y presente al cliente el precio resultante exacto. De esa forma, usted tendra plena justificación del mismo, y sus argumentos, por ser ciertos, seran creíbles y aceptados por el cliente bueno y justo, que es el cliente que usted debe tener.
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