A riesgo de parecer incongruente, pues me desempeño como docente universitario, quiero invitarle a que acuda menos a las universidades, bueno, a aquellas que ofrecen estudios en los que la capacidad de convidar a algo nuevo se doblega ante la necesidad de entregar lo que ya se conoce, porque tiene “soporte epistemológico” y porque “se vende más”.
He acudido a numerosas universidades en nuestro medio a plantear (con mucha anticipación a los planteamientos de los “gurúes” internacionales), nuevos modos de enfrentar el mercadeo, los cuales he investigado y confrontado científicamente con mis propios recursos. Y me he encontrado con docentes de biblioteca (o peor aún, de Wikipedia), anquilosados y seguidores de segunda categoría, que no le dan validez a las propuestas y que me miran con arrogancia por encima de sus hombros diciéndome: “¿Y… el soporte epistemológico?, “¿Las fuentes bibliográficas?”, “¿Quién respalda lo que plantea usted?”.
Pero después de unos años, llega un autor de apellido extranjero, dice lo mismo (incluso, con menos desarrollo y menos herramientas), y el tema es “BEST SELLER”. Se incorpora rápidamente al currículo, se agotan las instancias necesarias para rápidamente crear el programa necesario y con el soporte de unos docentes que repiten bien el libro ¡Listo!, tenemos un diplomado, una especialización, una carrera ganadora. Como lo dijo alguien de afuera, ahora si es “Palabra de Dios”.
Esas universidades son culpables de que nuestros docentes sean unos recitadores de libros extranjeros, y esos docentes son, en parte, culpables de que nuestra comunidad de empresarios sea mediocre, incapaz de asumir riesgos, escaza de mente para innovar, seguidora de segunda. Y digo seguidora de segunda, porque siguen sin deliberar, siguen ciegamente al que traza el camino sin cuestionarse siquiera si es un camino al abismo. Sigue fresco en mi mente el recuerdo de cuantas empresas siguieron la “reingeniería” y lo pagaron con altos costos de toda índole, sobre todo sociales. Lo mismo con el neoliberalismo, etc.
Ahora veo con preocupación cómo continuamos siguiendo ciegamente a las empresas que van al abismo que les han abierto los INDIGNADOS DE WALL STREET (que ya es el movimiento mundial de los INDIGNADOS) pidiendo a las empresas que viren el rumbo hacia un mercadeo más humano.
Y de ese mercadeo, vengo hablando hace más de 20 años. ¿Será que ahora si me oyen? Tal vez me oigan primero en el extranjero, allá me copien y oigan a esos que me copien porque tengan apellidos extranjeros. Ojalá. No importa como oigan el mensaje.
Pero el llamado es: los diplomas no administran por usted. El conocimiento fresco, pensado, analizado, deliberado, si es una herramienta que le puede ser útil.
Los conocimientos académicos se incorporan a las universidades solo muchos años después de haber sido probados en el campo real, cuando son “vendibles, porque los pide la gente”. Así es que llegan a usted, para que usted copie. Acuda al conocimiento que se está produciendo hoy y que está abriendo terreno, aunque las universidades no lo incorporen. Y mejor aún, si usted crea conocimiento.
Bill Gates (Microsoft), Barry Diller (Fox Broadcasting Company), John Paul Dejoria (John Paul Mitchell Systems), Walt Disney (Walt Disney), Steve Jobs(Apple), Henry Ford (Ford Motor Company), John D. Rockefeller (Exxon Mobil), Andrew Carnegie (Carnegie Steel Company), Richard Branson (Virgin), David Oreck (Orek Corporation), Mark Zuckerberg (facebook).
Los anteriores son solo una pequeñísima lista de empresarios exitosos y multimillonarios que nunca tuvieron estudios universitarios.pero muchos de ellos escribieron libros o escribieron de ellos en libros que poner a leer en nuestras universidades. Carlosierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario