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Son muchas las características que definen al buen negociador y
que lo diferencian del "negociador agresivo" o del mero
"vendedor-charlatán". Entre ellas podemos señalar las siguientes:
Le gusta negociar: la negociación no le asusta, todo
lo contrario, la contempla como un desafío, se siente cómodo. Tampoco le
asustan las negociaciones complicadas, pueden incluso hasta motivarle más.
Entusiasta: aborda la negociación con ganas, con ilusión.
Aplica todo su entusiasmo y energía en tratar de alcanzar un buen acuerdo.
Gran comunicador: sabe presentar con claridad su
oferta, consigue captar el interés de la otra parte. Se expresa con convicción.
Persuasivo: sabe convencer, utiliza con cada interlocutor
aquellos argumentos que sean más apropiados, los que más le puedan interesar.
Muy observador: capta el estado de ánimo de la
otra parte, cuáles son realmente sus necesidades, qué es lo que espera
alcanzar. Detecta su estilo de negociación, sabe "leer" el lenguaje
no verbal.
Psicólogo: capta los rasgos principales de la personalidad
del interlocutor así como sus intenciones (si es honesto, riguroso,
cumplidor, si es de fiar, si tiene intención real de cerrar un acuerdo,
etc.).
Sociable: una cualidad fundamental de un buen negociador
es su facilidad para entablar relaciones personales, su habilidad para romper
el hielo, para crear una atmósfera de confianza. Tiene una conversación
interesante, animada, variada, oportuna.
Respetuoso: muestra deferencia hacia su interlocutor,
comprende su posición y considera lógico que luche por sus intereses. Su meta
es llegar a un acuerdo justo, beneficioso para todos.
Honesto: negocia de buena fe, no busca engañar a la otra
parte, cumple lo acordado.
Profesional: es una persona capacitada, con gran formación.
Prepara con esmero cualquier nueva negociación, no deja nada al azar.
Detesta la improvisación, la falta de rigor y de seriedad.
Conoce con precisión las características de su oferta, cómo compara con la de
los competidores, cómo puede satisfacer las necesidades de la otra parte.
Es meticuloso, recaba toda la información
disponible, ensaya con minuciosidad sus presentaciones, define con precisión
su estrategia, sus objetivos. Le da mucha importancia a los pequeños
detalles.
Firme, sólido: tiene las ideas muy claras (sabe
lo que busca, hasta donde puede ceder, cuáles son los aspectos
irrenunciables, etc.). El buen negociador es suave en las formas pero firme
en sus ideas (aunque sin llegar a ser inflexible).
En la negociación no se puede ser blando (se podría pagar
muy caro). Esto no implica que haya que ser duro, agresivo o arrogante; lo
que si es fundamental es tener las ideas muy claras y el coraje de luchar por
ellas.
Autoconfianza: el buen negociador se siente
seguro de su posición, no se deja impresionar por la otra parte, no se siente
intimidado por el estilo agresivo del oponente. Sabe mantener la calma en
situaciones de tensión.
Agil: capta inmediatamente los puntos de acuerdo y de desacuerdo.
Reacciona con rapidez, encuentra soluciones, toma decisiones sobre la marcha,
sabe ajustar su posición en función de la nueva información que recibe y de
la marcha de la negociación. No deja escapar una oportunidad.
Resolutivo: busca resultados en el corto plazo, aunque sin
precipitarse (sabe que cada negociación lleva su propio tiempo y que hay que
respetarlo). Sabe cuales son sus objetivos y se dirige hacia ellos. Los
obstáculos están para superarlos, no desiste sin plantear batalla.
Acepta el riesgo: sabe tomar decisiones con el
posible riesgo que conllevan, pero sin ser imprudente (distingue aquellas
decisiones más trascendentales que exigen un tiempo de reflexión y que
conviene consultar con los niveles superiores de la compañía).
Paciente: sabe esperar, las operaciones llevan un ritmo
que conviene respetar. Uno no debe precipitarse intentando cerrar un acuerdo
por miedo a perderlo.
Creativo: encuentra la manera de superar los obstáculos,
"inventa" soluciones novedosas, detecta nuevas áreas de
colaboración.
Por último, es importante resaltar que si bien hay personas con
facilidad innata para la negociación, estas aptitudes también se pueden
aprender asistiendo a cursos de formación y base de práctica.
Fuente: aulafacil.com
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Profesional en Mercadeo con Maestría en Educación, consultor y formador en competencias laborales para el Retail, (SENA), – Formación para el trabajo -. Doctor Honoris Causa en Mercadeo, con énfasis en Perceptología Comercial, Gerente general de RETAIL MASTER (Formación incluyente para el Retail), amplia experiencia en formación y vinculación de personas con discapacidad para el mundo del Retail. gerenciaretailmaster@gmail.com ... Síganme en X como: @jaime_pepo
sábado, 1 de octubre de 2016
Negociación _ Características del negociador.
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