En relación con el lugar donde
tendrán lugar las negociaciones caben tres posibilidades.
Negociar en nuestras oficinas.
Negociar en sus oficinas.
Negociar en terreno neutral.
Cada una de estas opciones tiene
algunas ventajas.
A.- Negociar en nuestras oficinas
Mayor tranquilidad emocional al sentirse
uno en casa.
Se dispone de toda la información
necesaria. Además, es fácil consultar con
algún especialista de la empresa si fuera necesario.
Permite elegir la sala de reunión (tamaño, tipo de mesa, disposición de las personas, ....),
seleccionando aquella que nos resulte más cómoda.
Permite disponer mejor de los tiempos: comienzo, pausas, almuerzo, café, reanudaciones (se puede utilizar en
beneficio propio).
El actuar de anfitriones permite
atender al interlocutor y ganarse su agradecimiento (recogerle en el aeropuerto, invitarle a almorzar, enseñarle unas
modernas instalaciones, tener todo perfectamente organizado...).
B.- Negociar en sus oficinas
En este caso las ventajas señaladas
en el punto anterior pasan a beneficiar a la otra parte. No obstante, también
esta opción nos ofrece algunas ventajas.
Permite presionar a la otra parte para que haga las consultas necesarias y tome una decisión sobre la
marcha.
Permite jugar con las interrupciones
y ganar tiempo: con la excusa de que no se dispone
allí de ciertos datos o de que hay que consultar con algún especialista de la
empresa, se puede solicitar levantar la reunión y quedar en reanudarla más
adelante.
C.- Terreno neutral
En este caso ambas partes se
encuentran en igualdad de condiciones, por lo que ninguna de ellas se podrá
sentir cohibida por negociar en terreno ajeno.
Puede ser, por ejemplo, en algún
hotel de la ciudad (hay que verificar previamente que reúne las condiciones
necesarias para celebrar este encuentro).
Se puede elegir una ciudad a medio
camino entre las sedes de las dos compañías (se evita que una de ellas tenga
que hacer todo el desplazamiento).
Un inconveniente de esta opción es
que ninguno de ellos cuenta con los recursos que dispone en su oficina y que
también podría poner al servicio del visitante.
Negociar en terreno neutral puede
ser una manera adecuada de comenzar las negociaciones, especialmente cuando
las partes no se conocen. No obstante, a medida que se vaya avanzando
resultará probablemente más cómodo seguir negociando en una de las sedes.
Sala de reunión
Una vez decidida la sede donde
tendrán lugar las negociaciones, hay que elegir una sala de reuniones
apropiada.
Hay que buscar un entorno adecuado, confortable, que facilite la negociación.
Entre los aspectos que hay que
cuidar:
Buena luz y temperatura agradable.
Acústica (que se oiga con claridad, sin ruidos incómodos).
Amplitud suficiente.
Colocación: que no haya privilegios en la distribución de las personas (no se puede situar a los miembros
de un equipo en un lugar preferente y a los otros en los sitios peores).
Material de apoyo (proyector, ordenador, teléfonos, etc.).
Sala reservada: poner a disposición de los visitantes una sala privada por si
necesitaran estar a solas para sus deliberaciones.
No debe comenzar la negociación
mientras uno no se sienta plenamente cómodo con las condiciones del sitio.
Negociar exige una gran concentración
por lo que uno no puede tener la mente distraída
por culpa de la incomodidad del lugar.
No se puede admitir que el anfitrión disfrute de ciertas ventajas.
Fuente: aulafacil.com
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