Encontramos un interesante artículo que habla de la maravilla que es tener a la mano una tienda en el barrio, porque los tenderos son esos amigos que deseamos tener cerca siempre.
El
tendero no solo forma parte muy activa de ella, sino que, además, es el eje de
interacción social de este núcleo. Aun hoy, para muchas amas de casa, la única
fuente de encuentro y comunicación con su entorno se da por medio de la tienda.
Conquistar
la atención, el deseo y la decisión de compra del consumidor es el objetivo
prioritario de todo punto de venta.
Hoy,
acciones como la guerra por atraer clientes, las constantes ofertas de
productos y los descuentos en precio hacen que los detallistas tengan una dura
tarea hacia el futuro.
Pero
las estadísticas muestran un panorama muy interesante. En el caso particular de
la compra de alimentos, el canal tradicional no solo no ha perdido su
participación, sino que hoy las cifras muestran un incremento de 4 a 6 puntos.
Ese
55 % del canal tradicional o tiendas de participación indica que gran parte de
la población sigue aferrada a su modelo de compras de abarrotes: el “diario” en
la tienda.
La
pregunta es ¿cómo lo logra esa tienda pequeña, poco iluminada, no
necesariamente con la mejor oferta de surtido, con un inventario poco planeado
y deficiente?¿Cuál es su atractivo?
En
Bogotá, con la mayor concentración de población, el tema de movilidad es cada
día peor. No se ven soluciones en el corto plazo.
La
gran población, las clases media y baja, deben desplazarse en medios masivos,
mientras que las clases que acceden a un auto se enfrentan a un gran caos de
desplazamiento.
Ciudades
sin vías, sin modernos transportes masivos eficientes y una malla vial en mal
estado.
Siguiendo
con el caso de Bogotá, en cuanto a la oferta de alimentos, como en las grandes
capitales europeas, los clientes deben caminar, generalmente, hasta su punto de
abastecimiento más cercano por la comodidad y la facilidad de acceso. Las
tiendas son más populares y cerca de los hogares están los consumidores.
Caminar
hace muy limitada la capacidad de transportar abarrotes para una población sin
medios de transporte. Si un comprador debe ir caminado a su lugar de
abastecimiento, ¿qué tanto puede transportar?
La
respuesta es breve: lo que pueda llevar o soportar en sus brazos. Entonces,
debe limitar su compra a empaques livianos, poca cantidad o productos muy
necesarios.
Gran
parte de la población no tiene acceso a productos bancarios: tarjeta débito,
crédito y cuenta corriente o ahorros. Esto limita aún más su capacidad de
compra.
El
tendero, en la mayoría de los casos, maneja un pequeño microcrédito o “fiado” y
esta modalidad se convierte en un gran apoyo para el cliente.
Los
modernos modelos financieros, y que el tendero tradicional podría aceptar como
medios de pago, buena parte de su clientela no los tiene.
Su
estrategia es vender pocas cantidades, pero a un grupo muy grande de clientes.
En este aspecto, el tendero se ha adaptado a sus clientes con empaques
pequeños, cómodos y a la medida, y formas de pago que el cliente usa y quiere
tener.
Así
entonces, una tienda es vista como un apoyo a la comunidad. El tendero no solo
forma parte muy activa de ella, sino que, además, es el eje de interacción
social de este núcleo. Aun hoy, para muchas amas de casa, la única fuente de
encuentro y comunicación con su entorno se da por medio de la tienda.
A
futuro, el país tendrá una población mayor, donde aquellos que superan los 50
años de edad encabezarán una porción muy importante, con niveles de consumo
evidentemente menores.
Frente
a este panorama, las tiendas se adaptarán mejor a este nuevo consumidor.
Además, se verán hogares de hombres o mujeres solos con menores niveles de
compra. Vivir solo es tendencia mundial.
En
esta nueva radiografía del mercado, vista por los clientes, no queda duda que
las tiendas tradicionales y los modelos de compra del “diario” seguirán
vigentes por mucho tiempo.
Las
tiendas responden a este modelo social del país sin necesidad de cambios
radicales o costosos. Este argumento se refuerza con el incremento del modelo
de tiendas de conveniencia y los modelos exprés.
La
tienda de barrio nunca pasará de moda. El mercado está viendo otro David
enfrentado a un Goliat de grandes superficies.
Carlos Alfredo Mansilla M.
PhD.
Decano asociado, programa de Marketing y Negocios Internacionales Universidad
Sergio Arboleda
Investigado para usted en: DiarioPortafolio
Fuente: http://www.latiendaganadora.com/amigo-tendero-tiene-dolor-de-cabeza-porque-no-tiene-claro-si-declara-renta-o-no-aqui-le-contamos/
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