El surtido se define
como un conjunto de referencias ofrecidas por la tienda a su cliente. Su
elección es fundamental, ya que implicará directamente al público objetivo al
que se quiere satisfacer.
Para la elección del
surtido, básicamente se tendrán en cuenta dos factores: el tamaño del
establecimiento y el tipo de clientela a la que piensa dirigirse.
La estructura del
surtido pretende organizar las múltiples referencias en una serie de niveles.
La clasificación implica la formación de un árbol o pirámide de diferentes
niveles, cuyo número está en función de las referencias del punto de venta.
Partiendo de la
totalidad del surtido y llegando a la referencia, los principales nombres que
se les asignan a los distintos niveles son:
· Departamentos: Son
grandes divisiones que agrupan varias secciones, en función de la homogeneidad
del surtido.
· Secciones: Son
unidades independientes de negocio, agrupan normalmente a varias categorías de
productos que gozan de una cierta homogeneidad respecto a las necesidades que
satisfacen los artículos que forman la sección.
Categorías de
productos: Son divisiones dentro de la sección que agrupan varias familias en
función de la necesidad genérica que satisfacen los productos que la forman.
· Familias: Corresponden
a un conjunto de artículos que satisfacen la misma necesidad genérica que
satisfacen los productos.
· Subfamilias: Corresponden
a una serie de subdivisiones vinculadas a una determinada familia y que pueden
ser clasificadas en función de múltiples criterios.
· Referencias: Corresponden
a unidades de venta que satisfacen la misma necesidad específica. Las
referencias definen la marca, el formato, el modelo y el contenido del
producto.