Esta fase comienza en el momento
en el que las partes se sientan frente a frente con objeto de iniciar
propiamente la negociación.
Inicialmente las partes tratarán de
conocerse y de establecer un clima de confianza:
En este primer momento se tratarán
temas generales (situación económica, evolución del sector, perspectivas,
particularidades de cada una de las empresas, etc.), sin entrar por el momento
a tratar el tema propiamente de la negociación.
Esta fase siempre es importante ya
que si se consigue un buen grado de sintonía puede facilitar enormemente
la negociación. Por ello, hay que prestarle la atención debida,
especialmente si se trata de un interlocutor con el que se pretende
establecer una relación duradera.
Muchos negociadores cometen el
error de desdeñar este "contacto personal" y tratan de entrar directamente en la negociación. No hay que olvidar
que con independencia de la empresa a la que cada uno representa, la
negociación tiene lugar entre personas y en sus decisiones van a influir,
además de los argumentos objetivos que se aporten, un componente emocional
que no se puede menospreciar.
Una
buena relación personal ha sido la clave de muchos acuerdos.
A continuación, las partes entrarán
ya en materia.
Es frecuente que la parte que
hace la oferta comience realizando una presentación de la misma.
Acto seguido empezarán a intercambiar
información, tanteando cual es la posición de cada una de ellas, tratando
de determinar cual es la diferencia que les separa.
A pesar de esta diferencia inicial,
si hay interés en llegar a un acuerdo las partes tratarán de acercar
posiciones. Defenderán sus planteamientos, argumentarán en contra de los
del oponente, irán haciendo (pequeñas) concesiones, etc.
El desarrollo será normalmente
gradual: este proceso requiere tiempo, hay
que dejar que las cosas vayan madurando, no conviene precipitarse.
En todo caso, cada persona tiene
su propio ritmo de negociación y hay que tratar de respetarlo: presionar
más allá de cierto límite puede ser contraproducente.
Hay negociadores que prefieren ir
directamente al grano, sin andarse con rodeos. A otros en cambio les gusta
una aproximación más lenta, más gradual.
Toda negociación requiere una buena
dosis de paciencia, no obstante puede ganar en
rapidez si:
Se consigue una buena
comunicación entre las partes, franca, abierta, evitando malentendidos.
Se consigue generar una atmósfera
de confianza.
Las partes acuden preparadas a la negociación. Esto les dará mayor seguridad, mayor capacidad de
reacción y de tomar decisiones, permitiendo que la negociación vaya
avanzando.
Por último, señalar que no es
conveniente prolongar en exceso las reuniones ya que uno puede terminar
perdiendo perspectiva.
Tras muchas horas de negociación y
en mitad de una discusión acalorada, uno probablemente haya olvidado cuáles
eran sus objetivos, qué estrategia quería emplear, etc.
Es conveniente hacer pausas
regularmente para que cada parte pueda analizar
con cierta calma la situación, evaluar la información recibida y ver el
estado en el que se encuentra la negociación.
Fuente:aulafacil.com
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Profesional en Mercadeo con Maestría en Educación, consultor y formador en competencias laborales para el Retail, (SENA), – Formación para el trabajo -. Doctor Honoris Causa en Mercadeo, con énfasis en Perceptología Comercial, Gerente general de RETAIL MASTER (Formación incluyente para el Retail), amplia experiencia en formación y vinculación de personas con discapacidad para el mundo del Retail. gerenciaretailmaster@gmail.com ... Síganme en X como: @jaime_pepo
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Negociación _ Desarrollo
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