En ocasiones la negociación comienza
con una presentación que realiza la parte oferente.
Esta presentación tiene que estar rigurosamente
preparada, no se puede dejar nada a la improvisación ya que de ella puede
depender en gran medida el éxito de la negociación.
Una buena preparación permite
transmitir una imagen de seguridad y confianza, evitando dar muestra de
temor o timidez, o de falta de profesionalidad.
En esta presentación hay que
conseguir captar la atención de la otra parte, despertarle su interés
por nuestra oferta.
La presentación debe ser atractiva,
ligera (no demasiado extensa ya que no se
trata de atosigar a la otra parte con un aluvión de información; ya habrá
tiempo durante la negociación) y sugerente.
En los ensayos hay que cuidar
todos los aspectos relevantes de la misma:
Texto del discurso, ideas a
enfatizar, lenguaje (claro y directo), voz (modulada), tono, gestos, movimientos,
mirada, etc.
La presentación gana en interés si se
apoya con medios audiovisuales (transparencias, presentación en
power-point, planos, folletos, etc.). También resulta interesante presentar una
muestra del producto.
Durante la presentación se contestarán
las preguntas que vayan surgiendo pero de modo escueto, sin profundizar
sobre el tema.
Se trata de que la presentación
discurra con la mayor fluidez posible, sin perder su hilo argumental.
Además, no es el momento todavía de entrar en la discusión, por lo que si la
otra parte insiste en tratar un aspecto determinado se le indicará cortésmente
que una vez concluida la presentación se abordará con mayor profundidad el tema
que plantea.
Es muy importante realizar la
presentación en un momento del día en el que la gente esté fresca, siendo
preferible por la mañana: Hay que evitar a toda costa tener
la presentación después del almuerzo o a última hora de la tarde (la gente
estará especialmente cansada),Tampoco el lunes por la mañana puede que sea el momento más
oportuno.
Fuente:aulafacil.com
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