La
distribución relaciona la producción con el consumo. Tiene como misión poner el
producto demandado a disposición del mercado, de manera que se facilite y estimule
su adquisición por el consumidor.
El canal
de distribución es el camino seguido por el producto, a través de los
intermediarios, desde el productor al consumidor.
A la hora
de diseñar el sistema de distribución, no deben considerarse únicamente los
aspectos económicos, sino también el grado de control del mercado y la capacidad
de adaptación a los cambios del entorno.
Las
decisiones sobre distribución son decisiones a largo plazo, a menudo irreversibles.
No hay un único modo de distribuir cada tipo de producto, por lo que pueden
adoptarse muy variadas formas de distribución. No obstante, hay una serie de
factores, como las características del mercado y del producto, el sistema de distribución
habitual en el sector y los recursos disponibles, que condicionan o limitan los
sistemas de distribución posibles.
Por otra
parte, las formas de distribución evolucionan constantemente por el impacto de
las nuevas tecnologías, los costes, la segmentación del mercado y las
exigencias de los consumidores.
Las
decisiones sobre el sistema de distribución incluyen el diseño y puesta en práctica
de políticas relativas a:
a)
Canales de distribución.
b)
Merchandising .
c)
Distribución directa / Mercadeo directo.
d) Logística
o distribución física.
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