domingo, 10 de junio de 2012

La compra inteligente…


Hoy en día, realizar compras a buen precio parece ser la gran consigna de las marcas, sobre todo cuando existen presiones de los retailers acerca de los precios de introducción al punto de venta, donde la gente de compras, agotan las negociaciones tratando de hacer prevalecer precios que siempre tienen que seguir a la baja. Razón fundamental esta como para poner en riesgo toda la cadena anterior a la llegada al super: hay que bajar costos de donde sea y como sea. Y justamente allí es cuando se arriesga a comprar de una forma sistemática, cerrada, y hasta peligrosa, llegando en el peor de los casos a no saber comprar.



En las empresas, muchas veces quienes compran no son los que necesitan el producto. No logran transmitir a la gente de compras sus necesidades para con ese producto o servicio. Pues claro, la gente de compras, compra. Y generalmente

lo más económico que aparece, aunque ello no significa que compre inteligentemente.



¿Pero, qué es una compra inteligente? Una compra inteligente es aquella que deja satisfechas a las dos partes, no sólo al momento de la adquisición, sino días, semanas y meses después. Se compra de manera inteligente cuando se logra un balance entre la calidad y el precio de un producto; o cuando sabemos que nuestra adquisición es verdaderamente útil.



¿Y qué podemos hacer para comprar mejor? Un elemento indispensable para poder comprar de manera adecuada es comparar precios pero sobre todo características. Es importante destacar que no sólo se trata de analizar qué producto es el más barato, sino saber exactamente qué ofrece cada proveedor y si existe una relación proporcional entre calidad y precio.



El punto clave para comprar de manera inteligente y escoger los precios óptimos es sin duda comparar. Y así poder tomar nota de lo que nos interesa comprar, lo que esperamos de esa compra y el presupuesto con el que contamos.



A este respecto, y con referencia a desarrollos para puntos de venta, es importante señalar que cada agencia de p.o.p. posee unos expertos que está dispuesta a incluir en cada proyecto, un valor agregado que seguramente marcará la diferencia entre un proveedor y otro, pero también mucho depende de la intensidad de la negociación. Todos sabemos que debemos hacer rendir nuestros

Presupuestos al máximo producto en gran medida de lo que comenté en el primer párrafo, pero también para salir al mercado con calidades y precios realmente competitivos, incluso internacionalmente. Esto es la premisa y la responsabilidad tanto para la gente de marketing, como de ventas y de compras, sobre todo en épocas de mercados contraídos y consumidores exigentes. Existe un abismo entre un trabajo concienzudo de parte de una reconocida agencia de pop u operar con un proveedor desmotivado, sin experiencia, y donde queda totalmente excluido del negocio, ese  ganamos todos que si no existe, no termina de cerrar para alguna de las partes. Y claro, la cuerda se corta.

Y cuando esto sucede, el resultado se nota invariablemente, de nota improvisación, desinterés, total falta de apoyo para que el producto sea un éxito de ventas, desatención, un nivel de servicio a todas luces pobre, en definitiva un resultado mediocre, viendo en el punto de venta un exhibidor de refrescos igual al exhibidor de productos de aseo o peor aún exhibidores de una misma categoría con el mismo diseño, y lo único que los diferencia son los gráficos, donde no existe un elemento distintivo generador de emociones que impulse a mirar hacia el producto, que transmita lo que es la marca. Al final termina siendo un exhibidor de inventario que lo único que lo va a diferenciar del producto de la competencia es su precio, y todo esto por una negociación desequilibrada, solo atendiendo intereses propios, en definitiva, una negociación que no terminó de cerrar el círculo donde todos deben ganar.



Muy por el contrario y como diferencial entre vender, vender igual o vender más en el punto de venta, está el lograr una buena mancuerna entre marca y agencia de pop, invitándolo a convertir el lanzamiento de ese producto en un éxito, contagiarlo, incluirlo.



No podemos olvidarnos que nuestro proveedor tiene que estar convencido de las bondades del producto ya que debe transmitirlo a la pieza que terminará en el piso de exhibición, y que a su vez capte la mirada de un comprador dispuesto a llevarlo consigo. Tarea por demás ardua, donde se pone en juego la experiencia, la idoneidad, el know-how, la responsabilidad y toda la estructura de la agencia de pop, en pos de lograr la colocación y permanencia de la exhibición, impactar, aumentar la comercialización del producto, cumplir los objetivos de ventas, el ROI, etc., entre otros.



Únicamente así podemos decir que se ha logrado una compra inteligente, cuando se gana mucho más que buen precio.


Fuente peopemexico.

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