Un rápido recorrido a través de algunas de las otras herramientas del impulso
que, actuando de manera conjunta entre sí con la publicidad y formando parte del
mercadeo mix, contribuyen a las comunicaciones de la empresa con el
mercado meta.
El Mercadeo directo
es una de las formas de comunicación de las que dispone la empresa y que se
dirige de manera más específica a la
acción. Su característica distintiva es que llega muy específicamente a
pequeños segmentos, su respuesta es medible y contribuye a la construcción de
bases de datos.
El Mercadeo directo
intenta impulsar al consumidor a responder de manera inmediata, buscando lograr
en el consumidor una confianza hacia nuestra marca, producto o empresa, proveyendo
toda la información necesaria, facilitando el envío de los pedidos,
involucrando al consumidor en el proceso de compra, y creando un sentido de
urgencia.
Respecto a las
promociones de ventas, podemos decir que éstas son ideales para estimular las
ventas en períodos cortos, para incrementar el volumen de salida de los
productos o lograr un aumento de la presencia de nuestra marca en mercados
específicos. Entre las formas más recurrentes de promoción se pueden encontrar
cupones de descuento, degustaciones (samplings), precios reducidos, packs
promocionales y premios.
Por su parte, la
promoción en el punto de venta o merchandising, contribuye a la consolidación
de la imagen de la empresa en los negocios, al tiempo que genera ventas
inmediatas. Su alcance se encuentra directamente ligado a la cantidad de
tráfico de público que se observa en cada tienda, local, góndola o punto de
venta en general. Es pertinente hablar de lo que se conoce con el nombre de
publicidad cooperativa, pagada entre el detallista y el fabricante, ya que ésta
suele ser otra forma económica y eficaz de hacer publicidad minorista.
Otra importante
herramienta de impulso es la denominada fuerza de ventas. En palabras de Kotler:
.El personal de ventas sirve como enlace personal de la compañía con los
clientes.
El representante de
ventas es la compañía para muchos de sus clientes y a cambio trae a la compañía
mucha de la inteligencia requerida acerca del cliente.. De acuerdo con esto, la
empresa debe prestar debida atención a todo lo inherente al diseño de la fuerza
de ventas, al desarrollo de sus objetivos, estrategia, estructura, tamaño y
compensación.
Si bien es sabido que
las relaciones con los clientes comienzan vendiéndoles un producto o servicio
que los satisfaga; se debe considerar que éstas no son las únicas relaciones a
las cuales se debe prestar atención. Las relaciones públicas como herramienta
de impulso han venido ganando importancia en la estrategia de comunicación de
las empresas debido, entre otras circunstancias, a la saturación del mercado en
lo que respecta a las herramientas más tradicionales de impulso.
Incluidas en el mix
de comunicación, las relaciones públicas permiten incrementar la
credibilidad de la empresa, sobre todo en las ocasiones en que también se logra
obtener espacio en la prensa. Esto es muy fácil de observar, si se acude a
cualquiera de los periódicos de mayor circulación. Por ejemplo, se encuentran
en algunas ocasiones hasta suplementos completos dedicados a alguna empresa en
particular. Las tácticas incluyen, además la publicación de
noticias, las
menciones editoriales, los eventos y sponsorings, los concursos y la
participación en acciones de bien público.
Al respecto, Philip
Kotler agrega que las RR.PP.pueden colocar artículos en los medios para atraer
la atención hacia un producto, servicio, persona, organización o idea., así
como también .ayudar a crear entusiasmo en la fuerza de ventas y
distribuidores.. En lo que respecta a los distribuidores, en algunos mercados
la importancia de éstos como integrantes del canal reviste una importancia determinante
en lo relativo a los resultados de la empresa. Según
sean las condiciones,
la decisión acerca de la utilización de una estrategia de push o de pull
puede resultar fundamental para el desempeño de la empresa.
Una estrategia de pull
se caracteriza por una intensa comunicación por parte de la empresa hacia
el mercado meta, con el objetivo de que sean los consumidores quienes reclamen
al minorista, por ejemplo, la presencia de tal o cual producto en sus góndolas
o estanterías. Contrariamente, con la utilización de una estrategia de push a
través de distintos tipos de promociones al canal de distribución (descuentos,
premios por lealtad, precios especiales en función
de la exposición de nuestros productos en sus
exhibidores, etc.), lo que se busca es aumentar la presencia del producto o de
la marca, ubicándolos al alcance de los consumidores
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