El proceso de toma de decisiones del consumidor varía según el tipo de
decisión de compra. Entre más complejas y costosas son las decisiones, tienden
a requerir más deliberación del consumidor y más participantes en la compra.
1. Conducta de compra compleja: los consumidores pasan
por una conducta de compra compleja cuando están muy involucrados en la adquisición
y tienen conciencia de que existen diferencias de importancia entre las
marcas, y se ven muy involucrados en la compra cuando ésta es costosa,
arriesgada y muy autoexpresiva. En general, el consumidor no tiene un gran
conocimiento de la categoría del producto y debe aprender mucho al
respecto. Este comprador pasará por un proceso de aprendizaje cognoscitivo
que se caracteriza, en primer lugar, por el desarrollo de creencias sobre
el producto, después por actitudes y, por último, por hacer una elección
cuidadosa de compra. El mercadólogo necesita desarrollar estrategias que
ayuden al consumidor en el aprendizaje acerca de los atributos y clase de
producto, la importancia relativa de estos atributos y la permanencia de
su marca en los atributos de más importancia. El mercadólogo debe
diferenciar las características de su marca.
2. Conducta de compra que reduce la disconformidad: a veces el consumidor
participa mucho en una compra, pero no observa diferencias entre marcas.
La participación intensa se basa en el hecho de que la compra le resulta
costosa, poco frecuente y riesgosa. En este caso, el comprador realizará
compras en distintos lugares para enterarse de qué está disponible, no
obstante, comprará con rapidez porque las diferencias entre marcas no son
notorias. Sobre todo, el comprador responderá ante un precio favorable o
comprará por conveniencia. Después de la compra, es posible que el
consumidor perciba cierta disconformidad, la cual se genera como
consecuencia de observar ciertas características poco favorables, o bien
de escuchar opiniones favorables en relación a otras marcas. En este caso,
la comunicación de mercadotecnia tiene que orientarse a proporcionar
creencias y evaluaciones que ayuden al consumidor a sentirse bien cerca de
su elección de marca.
3. Conducta de compra habitual: muchos productos son
adquiridos en condiciones de poca participación del consumidor y ausencia
de diferencias de marca importantes. Existe considerable evidencia de que
los consumidores están poco involucrados en la compra de la mayor parte de
los productos de bajo costo y que se adquieren con frecuencia. En estos
casos, la conducta del consumidor no pasa por la secuencia normal creencia
- actitud - conducta. Los consumidores no buscan exhaustivamente
información sobre las marcas, ni evalúan sus características o toma una
decisión de peso sobre cuál adquirir. Son, por lo contrario, receptores
pasivos de información cuando ven anuncios por televisión o impresos. La
repetición de los anuncios da lugar a la familiaridad con la marca, más
que convicción por la marca. Los consumidores no forman una actitud hacia
una marca, sino que la relacionan porque les resulta familiar. Después de
la compra, es posible que ni siquiera la evalúen, debido a que no están
involucrados con el producto. Entonces, el proceso de compra es: creencias
de marca formadas por aprendizaje pasivo, seguidas por conducta de compra
a la que puede seguir o no una evaluación. Los mercadólogos de productos
de baja participación con pocas diferencias de marca encuentran que es
efectivo utilizar promociones de precio y ventas como incentivo para la
prueba del producto, ya que los compradores no están muy comprometidos con
ninguna marca. Deben observarse varios aspectos: el texto del anuncio debe
hacer énfasis en sólo algunos puntos clave, son importantes los símbolos
visuales e imágenes, la planeación de la publicidad debe basarse en la
teoría clásica del condicionamiento, en la cual el comprador aprenda a
identificar un producto determinado mediante un símbolo que lo acompaña en
forma repetitiva. Los mercadólogos pueden tratar de convertir el producto
de baja participación en uno de más alta participación. Esto puede
lograrse vinculando el producto a algún concepto de involucramiento.
4. Conducta de compra de búsqueda de variedad: algunas situaciones de
compra se caracterizan porque hay poco involucramiento del consumidor,
pero diferencias importantes de marca. Con frecuencia se observa que los
consumidores hacen muchos cambios de marca. La estrategia de mercadotecnia
para el líder del mercado en esta categoría de productos es diferente a la
de las marcas menores. El líder en el mercado tratará de estimular la
conducta de compra habitual mediante el dominio de espacio en los
anaqueles, evitando que se agoten las existencias y auspiciando una
publicidad que se recuerde con frecuencia.
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