lunes, 22 de octubre de 2012

Perceptología:Ofrecer recompensas a los clientes es algo como querer comprar la fidelidad con regalos...


Ofrecer recompensas a los clientes es algo como querer comprar la fidelidad con regalos. Así funciona en los matrimonios en los que el amor no es suficiente: se exige una alta dosis de costosas dádivas para que la pareja se sienta atraída. Pero tarde o temprano la falta de amor no se compensa con el más costoso de los presentes. Por el contrario, en los matrimonios felices, como debe ser el de la empresa y sus clientes, el alto nivel de confianza y de afecto hacia y desde el cliente hace que las recompensas sean medidas en función de la mejora constante que produce cada contacto entre ambos, más que  en función de cualquier otro artilugio.

 
Saber que el contacto empresa-cliente aporta al engrandecimiento, origina la fidelidad más duradera que pueda imaginarse. La mejor recompensa es la que se da cuando el cliente sabe que la empresa está dispuesta a entregar lo mejor que pueda para su beneficio.

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