Sumar
bondades, aunque un competidor tenga menos o más que el otro, proporciona mejoramiento
a todos. No importa cuánto gane el otro desde que yo esté participando en un
mercado en el que gano. Lo que importa es que gano tanto como puedo y eso no
significa superar o derrotar a otros. Fácil de entender, fácil de aplicar, pero
difícil dar el primer paso.
Los
aspectos para corregir o los aspectos buenos (bondades) de la empresa, lo son ahora
en función de las posibilidades para ofrecer progresos al mercado y no en función
del competidor. Ahora es menester que los directores dominen hábilmente la
construcción de comunidad. Es necesario que se consolide una conciencia
colectiva sólida en ese propósito.
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