En una empresa, todos, de una manera u otra, somos
vendedores. Lo son aquellos directivos que negocian grandes acuerdos, de igual
forma que sus comerciales, gestores eficaces de las diversas cuentas. Entonces,
nada mejor que recordar algunos consejos para tornar exitosa cualquier acción
de venta.
Reúna
datos acerca de sus potenciales clientes
Infórmese (mediante revistas especializadas,
Internet, lanzamientos al mercado, etc.) sobre la evolución y perspectivas del
sector donde prestan servicios sus potenciales clientes. Recopile datos sobre
las mejores empresas, sus estrategias, inversiones y alianzas; agudice el
ingenio y descubra posibilidades de negocio cuando una empresa se diversifica,
fusiona o avanza sobre nuevos mercados. Como profesional que es, el vendedor se
constituye en un facilitador. Esté en el lugar adecuado, con la oferta
adecuada, siempre adaptada a necesidades particulares.
Expanda su lista de posibles
compradores a los clientes y proveedores de su cliente potencial. Imagine que
arroja una piedra en un estanque. ¿Qué sucede? Se forman ondas cada vez más
amplias, que abarcan una mayor superficie. Su estrategia de captación y
conocimiento de clientes potenciales debe ser como esa piedra: partiendo de un
inicio (un sector determinado, por ejemplo) ir expandiéndose gradualmente hasta
alcanzar a todos los implicados.
Conozca
bien su oferta
Toda empresa y producto tienen sus puntos
fuertes y débiles, en relación a la competencia. Conozca cuáles son y apóyese
en las fortalezas. ¿Cuál es su factor diferencial con respecto al resto de
proveedores? Destáquelo en la entrevista. Ofrezca beneficios en lugar de
productos y sobre ellos asiente su presentación; recuerde que el cliente
necesita cubrir necesidades: ¿De qué manera su producto las satisface
sobradamente?
Apoyo
a su gestión
Tanto la oficina comercial, como la
administración de su empresa, le deben facilitar las herramientas para que
usted realice mejor su labor. Por ejemplo: listado de potenciales clientes;
conclusiones de los estudios de mercado realizados; análisis de tendencias;
información totalmente actualizada acerca de precios, productos, servicios
postventa y nuevos lanzamientos; coordinación de su gestión con el apoyo
promocional o publicitario existente; estrategia de competidores más próximos,
etc.
Prepare
cada entrevista
Haga su tarea y prepare cada entrevista de
forma particular. Particularice los impresos que entregará a su potencial
cliente. Adapte esa presentación informatizada. ¿Cómo enfocará la entrevista?
¿Qué puntos conviene destacar? ¿Está preparado para las posibles objeciones de
su interlocutor? ¿Le conoce, o ha reunido información acerca de él?
Durante
la entrevista
·
Deje de lado sus emociones y cualquier
preconcepto que se haya formado con anterioridad. Sólo entorpecerán su función.
Abra su mente. Tórnese receptivo.
·
Estudie el estilo, ritmo y forma de dirigirse
de su interlocutor. Busque adaptarse a él.
·
Escuche más que hablar. Escuchando se
aprende; hablando, no.
·
Conozca las necesidades y expectativas de su
interlocutor, y deje que las exponga sin interrumpirle.
·
Pregunte de forma abierta ("¿Qué opina
sobre tal punto?") para permitir que su interlocutor se exprese más
ampliamente, y esté atento a posibles contradicciones, reparos u omisiones.
Pregunte en forma cerrada (respuestas cortas, del tipo "sí o no")
cuando desee verificar si van por buen camino ("¿Estamos de acuerdo en
esto?")
·
Resuma pensamientos y busque su confirmación;
esboce pequeñas conclusiones. A medida que avanza la conversación, puede
hacerlo mediante una fórmula similar a: "Entonces, esta cifra oscilaría
entre... ¿estamos de acuerdo?"
·
Exponga sus argumentos de forma clara y
segura (si usted no lo está, ¿cómo pretende que le crean?), apoyado siempre con
ejemplos y datos contrastables. Utilice cifras fáciles de recordar; evite
decir: "Son 8.923 clientes los que cuentan con nuestro servicio."
Reemplácelo por "cerca de 9.000"
·
Si su interlocutor es un directivo de alto
nivel, evite aburrirle con detalles innecesarios; vaya al grano directamente.
Ayúdese con gráficos y enunciados muy directos
·
Promueva siempre un ambiente distendido y
afable. Pero si un interlocutor se torna agresivo, jamás pierda el buen temple.
Recuerde que usted es un profesional, y como tal está representando a su empresa.
Debe lograr un acuerdo y para ello está sentado en esa mesa. Si el acuerdo
tarda varias reuniones en concretarse, no importa. Usted está preparado para
ello, y además, sabe bien que eso puede suceder. Encolerizarse o responder
airadamente sólo serviría para cerrar puertas. Distienda el ambiente, pregunte
por la causa de tal actitud e intente llevar de nuevo las cosas a un tono
cordial.
·
A la hora de mostrar su oferta, destaque
claramente los resultados que se obtendrán.
·
Si le comparan con la competencia, no caiga
en el error de criticarla. Apóyese en las ventajas diferenciales de su oferta
al contestar.
·
Cuando surjan objeciones por parte de su
interlocutor, dedique el tiempo que sea necesario a resolverlas
satisfactoriamente. Busque e implemente soluciones. ¿Están de acuerdo?
Entonces, siga adelante.
·
Si le dicen: "El precio es demasiado
elevado", destaque la calidad o la oportunidad de su oferta, o
cualquier otra característica diferencial. No acceda a rebajar el precio; sólo
conseguirá desprestigiar su oferta y hará pensar al interlocutor que, si no
decía nada, usted pretendía cobrarle en exceso.
·
No intente forzar un cierre determinado. El
mismo debe llegar como consecuencia natural, al estar las partes de acuerdo en
su conveniencia. Pero una vez llegado a este punto, no tenga reparos en
exponerlo abiertamente.
Auto motívese siempre
·
Usted es un profesional y realiza una labor
de suma importancia para la empresa. Nunca lo olvide.
·
Muchas veces, la diferencia entre un vendedor
bueno y uno excelente, estriba en el empeño, tenacidad, resistencia a la
frustración y capacidad de innovación de este último. No se conforme con su
cuota de ventas; intente superarla. Tómelo como un desafío profesional que
agudizará su capacidad de generación de negocios. Mejore la calidad de su
cartera de clientes. Fidelíceles mejor. Estimule ventas cruzadas.
·
Sea positivo. Porque vemos la vida, y
actuamos, según nuestro estado de ánimo. Descarte prejuicios y afronte su labor
con renovado optimismo. Cuando se desanime un poco, piense en todo lo que ha
logrado, en lo que ha conseguido hasta la fecha, y sobre todo, en lo mucho que
le resta por alcanzar.
·
Incremente sus habilidades mediante la
educación continua. Nunca deje de aprender y experimentar nuevas técnicas. No
fosilice su pensamiento y manera de actuar. Renuévese cada año.
Algunos
errores comunes
·
Asiste a la entrevista conociendo muy poco
acerca de su cliente potencial: falta trabajo previo, al recopilar y analizar
toda la información disponible sobre sus actividades, trayectoria, intereses,
proveedores actuales, clientela, etc.
·
Cualquier empresa puede ser mi cliente:
cuidado con esto, pues al no enfocarse a quien realmente necesita su producto,
podría fracasar al no conseguir la cuota necesaria de clientes. Falta una buena
segmentación adecuada.
·
Asiste a la entrevista sin material de apoyo:
no sólo se debe llevar a usted mismo; debe contar además con la documentación
necesaria para apoyar su venta, y esto va más allá de los modelos de contrato
que el cliente debería firmar en caso de comprarle. Incluye folletería,
estadísticas, una presentación personalizada en su notebook, etc.
·
En la entrevista, no enfoca la conversación
hacia lo fundamental, habla de temas intrascendentes y pierde tiempo: en primer
lugar, usted (como profesional) asiste a la entrevista para intentar lograr un
fin comercial. El tiempo y el interés de que dispone, otorgados por su
anfitrión, son muy limitados, y por ello debe usarlos sabiamente. No los gaste
en cuestiones que nada tienen que ver con su objetivo. Además, dará una pésima
impresión si se pasa la mitad de la entrevista divagando. El potencial cliente
sentirá que ha perdido el tiempo, y raramente le concederá una segunda
oportunidad.
·
No sintoniza bien con su interlocutor: aquí
falta empatía. Cada persona tiene su ritmo, forma y modalidad de expresión;
acercarse a ella es, muchas veces, la clave para ingresar con buen pie en su
consideración. No descuide este aspecto. Observe y adapte el diálogo al de su
interlocutor.
·
Habla siempre usted, y no escucha a su potencial
cliente; además, le interrumpe: si no escucha a su interlocutor, ¿cómo conocerá
sus necesidades, problemas y expectativas? Hable poco, lo justo y preciso, y
escuche más. Tenga por seguro que nadie se interesará por su producto si usted
no se interesa antes, y de manera activa, por su potencial cliente. Nunca le
considere como una firma más en un contrato.
·
No se percata de las señales de alejamiento o
de compra: ¿cómo puede saber lo bien o mal que va, si ignora por completo los
indicios (gestuales y verbales) de su potencial cliente? Es importante que
aprenda a reconocer el significado de ciertas posturas y actitudes; el lenguaje
gestual dice mucho más de lo que la gente cree. A través de él usted puede
observar aprobación, actitud defensiva, recelo, desconfianza... Por otra parte,
tome la costumbre de ir confirmando su venta poco a poco, mediante preguntas
como "¿Hasta aquí estamos de acuerdo?"
·
Cuando el cliente potencial formula una
objeción, usted la ignora o se pone a la defensiva: considere que quien formula
una objeción espera, en realidad, una respuesta satisfactoria para despejarla.
De hecho, no son una traba en la venta sino un facilitador para el vendedor
quien, al resolverla correctamente, allanará su camino hacia el cierre final.
·
No sabe cómo plantear el cierre: esto tiene
que ver con lo enunciado en un punto anterior. Si usted va consiguiendo la
conformidad de su interlocutor en todos los aspectos del acuerdo, el cierre se
realiza por consecuencia natural, sea porque su cliente lo propone, o porque
usted lo plantea como el paso siguiente. Forzar el cierre cuando se ha llevado
mal una entrevista, no conducirá a nada. Muchas veces, existe dificultad en
cerrar un acuerdo porque:
a)
El vendedor no posee la necesaria confianza
(y convicción) en sí mismo, en su empresa o en los productos que promociona.
b)
Le falta habilidad para conducir una
entrevista de ventas. Además de la necesaria formación inicial en técnicas de
ventas, al inicio es conveniente que el vendedor novel observe el desempeño de
un vendedor experto, a fin de analizar su forma de actuar e intentar adaptar
aquellos recursos efectivos a su propia idiosincrasia.
c)
Está muy presionado por cumplir su cuota de
ventas, y eso se trasluce de cara al cliente. Ante esto, lo mejor es serenarse
y concurrir a cada entrevista con la menta despejada. La ansiedad y los nervios
son pésimos consejeros, y bloquearán sus habilidades. Así que déjelos atrás.
d)
El cliente se siente "un número
más" y para colmo, no se personaliza la oferta en las condiciones que él
exige. Tremendo error. Cada uno es diferente del resto, aunque tengamos cosas
en común. Intentar ofrecer a todos lo mismo, y bajo las mismas condiciones,
sólo le llevará a ver cómo se reduce su cuota de ventas.
Al terminar la
entrevista, no analiza sus aciertos y errores: cometer errores no es algo
tremendo; lo perjudicial es no aprender de ellos. Por eso, al finalizar cada
entrevista, analice su desempeño, y propóngase mejorar los puntos que
estuvieron flojos. Esta tarea diaria y constante le permitirá tornarse un mejor
vendedor.
Fuente: http://www.mercadeo.com/blog/2010/01/el-vendedor-perfecto/
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