Asesor de Empresas.
Si usted llegó leyendo
hasta este punto, puede estar concluyendo que el escritor:
1. No utiliza las concepciones de los maestros de la administración,
2. Sugiere prácticas muy desacostumbradas dentro de las instituciones,
3. Pone en tela de juicio creencias o significados muy acariciados dentro de las instituciones,
4. Propone actividades para ver o sentir mucho más de lo que normalmente vemos o sentimos o lo contrario,
5. Desprecia o sugiere quitar cosas que hasta hoy han sido esenciales dentro de las instituciones,
6. Une al trabajo al niño interior, que normalmente se le separa del ambiente de trabajo,
7. Me remueve el piso en concepciones y prácticas que yo he visto o sigo viendo sustentables,
8. Propone desprenderse de prácticas de las cuales es muy difícil desprenderse.
Si usted, amigo lector, así piensa, tiene razón, porque todo fue fríamente
calculado para sacudir y remover el "estado actual de cosas que hay en su
cerebro". Quien escribe este artículo está profundamente convencido de que
para mover al elefante institucional es necesario crear determinado grado de
desorden.
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