Esto implica que la responsabilidad de los empresarios y de los ejecutivos de mercadeo sigue y lo seguirá siendo el garantizar la sobrevivencia y el crecimiento de la empresa. Y si este es el “Lei motiv” de la gestión, la supervivencia y el crecimiento del mercado son, por supuesto, responsabilidades de quienes viven de él.
O seguimos como parásitos del mercado, y lo “secamos” o de una vez por todas entendemos que somos simbiontes en ese sistema de vida. Nuestro actuar, en la medida que nos servimos del mercado debe ser hacia ser servidores de él.
Nada de Responsabilidad Social en la que se hace “Caridad con uñas” a manera de limpiar conciencias y de aprovechar esa “GENEROSIDAD” para “posicionar” más a la marca. Nada de Competencias, en las que buscamos sumar fortalezas para aumentar nuestra capacidad de ataque al competidor. Al enemigo.
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