- Un producto estaría
formado por todos los atributos que proporcionan un beneficio básico.
Estos atributos son de tipo funcional y tangible. Se tendría que incluir
las características que permiten que ese producto proporcione o desempeñe
la función o las funciones para las que fue diseñado.
- Aspectos formales del
producto, que son aquellos
atributos que, en un segundo nivel, permiten identificar formalmente al
producto. Aquí se podría incluir: la marca, el envase, la etiqueta y a
veces, aunque no es tan claro como los demás, la calidad y el diseño.
A
la suma de los beneficios básicos y los aspectos formales del producto se va a
denominar producto tangible y es la parte del producto que se va a poder
percibir.
PRODUCTO
TANGIBLE = BENEFICIOS BÁSICOS + ASPECTOS FORMALES
- Aspectos añadidos, que son aspectos intangibles que incorpora
el producto. Estarían formados por todo tipo de servicios añadidos como:
reparaciones, instalaciones, garantías, formación, imagen, financiación,
etc.
El
producto tangible más los aspectos añadidos o intangibles es lo que se va a
denominar producto ampliado, que es como se debe entender el producto.
PRODUCTO
AMPLIADO = PRODUCTO TANGIBLE + ASPECTOS AÑADIDOS
Las
empresas tendrán que decidir que atributos de todos estos tipos incluyen en sus
productos. Los atributos del producto también se pueden clasificar de otras
tres formas, que son las siguientes:
- Según su naturaleza:
- Atributos tangibles:
estos atributos se pueden percibir por los sentidos y son objetivos.
- Atributos intangibles:
estos atributos son objetivos y serían, por ejemplo, los servicios.
- Atributos subjetivos:
son aspectos como, por ejemplo, la belleza del producto o la calidad. Estos
atributos dependen más de la percepción del cliente.
- Según el tipo de
utilidad que proporcionan al cliente:
- Atributos funcionales:
son atributos que permiten que el producto funcione, es decir,
repercuten en la eficiencia de uso del producto.
- Atributos
identificativos: estos atributos son los aspectos formales y permiten
identificar formalmente al producto. Son, por ejemplo, la marca, el
envase, etc.
- Atributos estéticos
(imagen): la imagen de marca, el diseño, el prestigio, el estilo, etc.
- Según el carácter
diferenciador:
- Atributos genéricos:
hacen que un producto se considere como tal, es decir, se corresponden
con lo que es el producto básico y son los atributos mínimos para que el
producto funcione.
- Atributos esperados:
son atributos que el consumidor o cliente espera encontrar en el
producto y son los que proporcionan todos los competidores.
- Atributos
complementarios: son todos aquellos atributos que exceden de las
expectativas del consumidor, es decir, que el consumidor no espera pero
que se les ofrece adicionalmente, permitiendo diferenciar el producto.
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