viernes, 13 de enero de 2012

CARACTERISTICAS DEL LIDER EMPODERADOR 10

TIENE UN CONCEPTO REALISTA DE LA LIBERTAD


Por Elías Alvarez Bueno

Y en cuanto a la libertad, el líder empoderador de nuestra historia también tiene reflexiones muy interesantes que se encuentran resumidas a continuación; para él es muy claro que todos tenemos la facultad de elegir y que al momento de elegir todos afrontamos varias limitaciones.

Unos consideran que toda limitación es perjudicial, pero ellos olvidan que hay limitaciones que son benéficas, como por ejemplo aquellas leyes que impiden los abusos de los monopolios. En lugar de llamarlas limitaciones sería más adecuado llamarlas cauces o canalizadores de la libertad. Entonces, veamos a continuación algunos elementos que nos ayudan a encauzar la libertad.

La veracidad. La veracidad lo hace a uno libre. En cambio cuando se dicen mentiras, uno tiene que estar cuidándose para que no lo descubran; esto de tener que estar tapando es una manera de perder la libertad, de autolimitarse.

Autoridad. En todos los lugares del mundo existe la autoridad, representada en la ley y en alguien que gobierna. Si no hubiese gobernantes ni leyes, ¿de qué otra manera se podría lograr el orden entre los grupos humanos? o ¿cómo colocaríamos a la violencia en su debido lugar?. La autoridad aporta orden y tranquilidad; cuando en un grupo hay gobernante y leyes uno puede esperar que las cosas sucedan de determinada manera; pero cuando se carece de ley y gobernante, poco sería predecible ya que cada uno obraría a su antojo.

Liderazgo. En todas la épocas de la historia y en todo lugar de la tierra ha habido personas que conducen o movilizan o agrupan o inspiran a los seres humanos. A estos conductores se les llama líderes y a ellos es mejor apoyarlos cuando promueven el bien común, la justicia, la verdad y el respeto a la vida. Cuando una persona acata a un líder, generalmente lo hace por una decisión personal; y aún en este caso de adherirse a un líder por propia decisión admite hacer la voluntad de otro; es decir, admite limitar la propia libertad.

Escenario universal de convivencia. Para todos los hombre hay que encontrar un elemento de convergencia. Algo tiene que haber que todos podamos reclamar como derecho universal; todos quiere decir los negros y los blancos, los pobres y los ricos, los creyentes y los ateos, los delincuentes y los inocentes, etc. tiene que haber unos derechos universales que estén por encima de las libertades o aspiraciones egoístas o grupistas. Esos derechos y deberes universales pueden ser la veracidad, el amor, la justicia, la moderación, el autogobierno, el respeto a la vida. Si cada uno combate por hacer prevaler su propio parecer es imposible que haya convivencialidad.

Elección. Toda persona elige en el tiempo comprometerse con algo y ese compromiso le impide tener o hacer otras cosas que se oponen al objeto de su compromiso. Por ejemplo, quien elige de veras pertenecer a un partido, se prohibe a sí mismo pertenecer a otros partidos. Quien de veras elige a una mujer, él mismo se prohibe tener intimidades con otras mujeres.

Cultura. La libertad de cualquier persona es situacional, es decir, está limitada por las formas, maneras, tipicidades, personalidades, diferencias de la cultura de su sitio o lugar. Si cada individuo estuviera proponiéndose ir contra la cultura que lo rodea, los miembros de dicha cultura se encargarían de aislarlo. En consecuencia, respetar la cultura es una manera de disfrutar de la propia libertad.

Entonces cuando un líder moviliza, anima, inspira ¿está atentando contra la libertad del otro?. Por ejemplo, ¿un líder se debe quedar solamente mirando que hay personas encadenadas en su propio miedo incapacitados para hablar o actuar?. No; se necesita entrar a facilitar procesos de autodeterminación, compromiso, sinceridad, fidelidad con la verdad antes que con las personas, coraje. Es claro que Sócrates el mas universal de los filósofos, Jesús el nazareno, Tomás Moro el ministro ingles mártir de la moralidad, Nelson Mandela mártir por la dignidad de los negros, Bruno quemado como hereje durante el periodo del papa Clemencio VIII, fueron fieles a una verdad a costa de la misma vida, pero su finalidad no fue la de ser mártires. No tenemos que facilitar procesos de martirio, pero sí debemos facilitar procesos de autodeterminación .

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