miércoles, 11 de abril de 2012

5. Prestar buen servicio es un gran negocio.

Interpretación que le hemos dado hasta el momento:
El cliente está dispuesto a pagar más adonde le prestan un buen servicio. Si el cliente recibe con usted un servicio que el competidor no le pueda ofrecer, entonces él le pagará más por recibirlo. La gente quiere buen servicio, lo demanda, lo necesita y está dispuesta a pagar por obtenerlo.
Interpretación que le da la Perceptología:
El servicio es algo que depende de las percepciones individuales de cada servido. Incluso, de acuerdo a la circunstancia el mismo cliente puede tener una expectativa de servicio que en  un momento calificaría bien y en otro momento podría calificar de mala y que no aceptaría. Esto sucede por ejemplo, cuando usted va al estadio a ver su equipo favorito. Al salir después de su equipo ser el vencedor, usted se arrima a una carreta en la que le venden algo de comer. Se expectativa de servicio es comer de pié, tomar los alimentos con las manos, untarse sus manos, la misma persona que le recibe el dinero manipula su alimento, etc. Usted come feliz, charla con el dueño de la carreta, paga se despide alegre y hasta recomienda a sus amigos a ese carretillero. Pero cuando va a un restaurante clasificado como “Tres Tenedores”, ¿aceptaría ese servicio?. Creo que no, porque la expectativa suya sería muy diferente.
El servicio entonces, no tiene moldes que permitan evaluarlo objetivamente, dependen de la percepción de cada servido.
Prestar servicio para cobrar más es algo que yo llamaría vil, y ya lo dijo alguien “El buen servicio debe ser Vicio”, y yo le agrego: …”pero no debe ser Vil”.
Lo que debe hacerse es prestar el servicio con la intención de mejorar al otro. Los beneficios llegarán (sin esperarlos) de manera lógica.
Por lo tanto, no espere que prestar un buen servicio sea negocio. Ponga el negocio al servicio de sus clientes. Verá como cambian las cosas en sentido positivo.

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