No hay duda de que una buena ubicación es una valiosa ventaja competitiva para cualquier negocio detallista. Así ha sido siempre. Desde hace muchos tiempo los comerciantes han luchado por ubicar su establecimiento en el mejor sitio comercial posible, con el pensamiento de que los buenos resultados en ventas se encuentran en los sitios donde hay alto tráfico de personas.
No obstante, hoy en día sabemos que la buena ubicación no es el único elemento importante del éxito comercial. Existen otros componentes de mercadeo que cada día están adquiriendo mayor importancia: la diferenciación, el posicionamiento y el servicio al cliente.
Cuando un negocio logra diferenciarse de sus competidores es porque ha adquirido una personalidad propia que lo hace diferente y atractivo, ya sea basado en productos exclusivos, en formatos novedosos de atención al cliente, o en algún otro concepto que nadie más posee. La diferenciación posibilita el posicionamiento. Y un negocio posicionado hace que los clientes lo busquen, inclusive teniendo que viajar largas distancias para llegar a sus instalaciones.
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