Como
lo escribió alguna vez Peter Drucker: En que negocio estoy? La pregunta sólo se
puede responder mirando al negocio desde afuera, desde el punto de vista del
cliente y del mercado.
El
mercadeo es un ejercicio en la realidad. No puede permitir que los números que
las personas quieren que usted gane, afecte sus decisiones. Subir cada año no
es necesariamente real. A veces, dada la competencia, estar a la par es un
logro mayor.
Implemente
sus programas de posicionamiento adecuadamente y los números llegarán por
añadidura, pero se tiene que tener paciencia. El camino hacia el caos está
pavimentado con los mejoramientos.
El
posicionamiento se tiene que alinear con las percepciones en la mente y no ir
contra éstas. Lo que las personas dentro de la compañía perciben como
“mejoramientos”, puede causar confusión dentro de la mente del posible cliente.
El
resultado del rechazo a promover nuevas ideas es lo que se denomina la matanza
de la oportunidad del mañana sobre el altar del ayer.
Finalmente
implementar cualquier estrategia de posicionamiento es difícil, especialmente
si es del tipo de “reposicionamiento”.
Finalmente,
si no tiene una idea diferenciadora simple para impulsar su marca, es mejor que
tenga un muy buen precio.
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