Con nuestro producto o
servicio pretendemos satisfacer una necesidad del cliente –de la forma más
exacta y eficaz posible. Puesto que desde la perspectiva económica normalmente
no resultará viable adaptar nuestro producto y su publicidad a cada cliente,
deberemos aplicar criterios apropiados para agrupar a nuestros clientes
potenciales. En el lenguaje del Mercadeo, esto se denomina “segmentación de clientes”.
Los criterios serán apropiados si tienen como resultado grupos de consumidores
consistentes internamente, pero lo suficientemente numerosos como para que podamos servirles de forma
eficaz
También podrán ser
susceptibles de aplicarse al diseño de los productos, la fijación de precios, la publicidad y la distribución. No
se trata de una cuestión trivial. Los compradores de celulares por ejemplo, podrían segmentarse entre los que
tienen alta tecnología -¿pero qué
sentido tendría esto? Si, por el contrario, descubrimos que las amas de casa (de
una edad comprobada) los prefieren
pequeños, con sonido estéreo y con un precio inferior a los 100 dólares,
posiblemente hallando definido un segmento objetivo de gran utilidad.
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